Es la socorrida frase que se aplica según quien la interprete, la parte demandante, o sea el que la reclama, o la parte demandada, el que debe satisfacer. Por tanto, el grado con el que se mide la observancia varía. Exigir el cumplimiento de un objetivo, de la entrega, del nivel de juego, no es una pretensión caprichosa o desmedida, sino la consecuencia de algo a lo que se tiene derecho, en tanto que existe un compromiso validado por un contrato que obliga. Cada institución, cada club en el mundo del balompié tiene su propio nivel de exigencia, que debe rendir ante sí mismo, por historia y trayectoria propia, y ante la afición con quien esta comprometido. Este nivel es el que se traslada a los componentes de la plantilla, que son los que en definitiva deben cumplir con la exigencia marcada cada temporada.

En el Hércules, y lo saben jugadores y entrenadores que formalizan su ficha, su contrato con la entidad blanquiazul, el nivel de exigencia no es otro, actualmente, que la necesidad imperiosa de ascender y dejar de pertenecer a la maldita categoría de la segunda B. La otra vertiente, el otro lado de la moneda, es el nivel de exigencia que los jugadores se ponen a sí mismos en cada entrenamiento, parte esencial de su trabajo, y en los partidos, visualización pública del trabajo desarrollado durante la semana, que deben vivirlos a tope de nivel físico e implementando en el terreno de juego sus mejores atributos tácticos y técnicos. El resultado final de la combinación de los distintos niveles de exigencia, darán, si son llevados a cabo con la debida excelencia, el cumplimiento del objetivo marcado.

El director deportivo, Barroso, lo ha dejado claro una vez más son sus declaraciones, cuando afirma «que lucharemos por la primera plaza, pero el equipo tiene que dar mucho más». Está indicando claramente la meta, el liderato y el ascenso, y al mismo tiempo demanda a la plantilla más implicación para poder alcanzarlo.

Uno de los jugadores, lo reconoce implícitamente. Chechu dice que «cree que si el Hércules estuviera en una buena dinámica sería primero o estaría a un partido del líder» Más claro el agua. Y como síntesis, Granero, otrora míster herculano, afirma que «cuando fichas por el Hércules tienes que asumir su exigencia». Únicamente falta que Tevenet, además de subir el listón de sus delanteros, haga lo propio con el conjunto en todas sus facetas.

Ciertamente llevamos pocos goles en contra, únicamente nueve, siendo los terceros del grupo en este apartado, y por contra, como goleadores tenemos a tres equipos por delante. Por tanto, hay que mejorar todos los números para poder asentarse en esa primera plaza, que tenemos otra vez a tiro de piedra. Ganar imperiosamente al filial del Villarreal la próxima jornada, es sin duda paso previo ineludible para el asalto al Collao. En dos partidos, otra vez, se puede decidir una temporada.