El Hércules desafía al pasado y el presente en su doble objetivo de afianzarse en la zona de promoción y acercarse a la estela del líder, un Barça B que ayer cayó contra pronóstico frente al Badalona (1-3). La maldición que persigue al conjunto blanquiazul ante los equipos filiales y el muro defensivo levantado por el Atlético Levante asoman como los dos grandes obstáculos a salvar esta tarde (Rico Pérez, 18.00) por el equipo de Tevenet, al que una victoria situaría tecrero en la tabla tras el empate del Mestalla en Llagostera.

Los siempre incómodos y difíciles equipos filiales se han convertido en el auténtico talón de Aquiles del Hércules desde que descendiera a los infiernos de la Segunda División B. En los dos primeros cursos de su destierro en el fútbol semiprofesional, el conjunto blanquiazul ya se postró a los pies del Valencia Mestalla, Espanyol B, Barcelona B y Villarreal B, además de ser incapaz de ganar al Mallorca B. Esta temporada, lejos de ahuyentar sus fantasmas, los tres enfrentamientos que ha dirimido ante este tipo de rivales han acabado mutando en crudas pesadillas y un abrupto despertar.

El filial azulgrana asaltó el Rico Pérez en la segunda jornada (1-3) a golpe de corneta, mientras que la visita al Mestalla, tres jornadas después, volvió a saldarse con una dolorosa derrota (1-0). El único halo de luz entre tanta tiniebla apareció en la Ciudad Deportiva del Espanyol, donde el Hércules tuvo que remontar hasta en dos ocasiones para rescatar un punto frente al segundo equipo «perico» (2-2). Un gol de Checa a cinco minutos del final evitó un nuevo desastre en forma de dolorosa derrota.

A las complicaciones que habitualmente le presentan los equipos filiales se suma la inmaculada trayectoria que presenta el Atlético Levante desde que perdiera los cuatro primeros partidos de Liga. El conjunto dirigido por José Carlos Granero, extécnico del Hércules y del desaparecido Alicante, acumula nueve jornadas sin perder de forma consecutiva y no ha encajado ningún gol en sus últimos cinco partidos. Fuera ya de la zona del descenso tras su victoria ante el Llagostera el pasado domingo, el filial granota irrumpe en el horizonte del Hércules para examinar con detalle los recursos ofensivos de la plantilla de Tevenet.

El preparador andaluz ha incidido durante toda la semana en la forma de penetrar en el acorazo defensivo que dibuja el joven combinado de Granero. «Hemos trabajado para mejorar la fluidez y tener un poquito más de intensidad desde el balón para a partir de ahí superar las dos líneas que montan ellos, que están muy juntas», anunció Tevenet en la previa del primero de los dos partidos que el Hércules disputará en el Rico Pérez de forma consecutiva.

En este intento por crecer desde el balón como receta del éxito, Tevenet devolverá al «once» inicial a Miñano y Javi Flores, sacrificados en la visita al Atlético Saguntino por las particularidades de un campo que invitaba a cualquier cosa menos a jugar al fútbol. El alicantino tomará la manija en el eje de operaciones escoltado por Checa, mientras que el excelso futbolista cordobés volverá a formar en una línea de tres mediapuntas en la que también podría entrar el renovado Salinas en detrimento de Gaspar.

Así, Tevenet aparcará la apuesta de jugar con dos delanteros alumbrada en Sagunto y volverá a confiar en Mainz como «9» de referencia. Pol Bueso, ausente el último partido por sanción, también regresará al «once» para formar junto a Fernando Román en el eje de la defensa.