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Borja Campoy

El turno de Iván Buigues

Buen trabajo el que ha hecho el Hércules para garantizarse la renovación de Álvaro Salinas hasta 2019. Los técnicos de la casa vislumbran un potencial importante en un chico en el que destaca su versatilidad para adaptarse a todas las posiciones de ataque. No era una papeleta fácil, el club no podía volverse loco para asegurarse el futuro de un canterano que sólo ha jugado una decena de partidos con el primer equipo y que todavía no ha marcado su primer gol en Liga. Y los representantes siempre están al acecho para sacar la mayor tajada posible, siempre mirando el interés de sus bolsillos por encima del futuro de sus clientes.

Una vez sofocado el incendio con Salinas, el trabajo no se acaba para Dani Barroso y Javier Portillo, el Hércules es así. Los integrantes de la comisión deportiva tienen ahora otra patata caliente: la renovación de Iván Buigues. El guardameta acaba contrato a final de temporada y en menos de dos meses será libre para firmar por el club que quiera. Desde el Rico Pérez se ha contado en diversas ocasiones que el dinero extra que va a dejar la eliminatoria contra el Barcelona permitirá desbloquear varias situaciones, y no se aprecia ninguna más urgente que ampliar el contrato del de Mutxamel.

Cansado de pasar tanto tiempo sentado en el banquillo, Buigues ya planteó en verano su salida al Marbella en calidad de cedido. El club frenó su posible marcha y el canterano afrontó la temporada con la ilusión de convertirse en el meta titular. En la primera jornada en Gavà se llevó otro duro golpe y le puso fecha de caducidad a su vínculo con el Hércules, el próximo 30 de junio. Barroso y Portillo han pasado desde entonces mucho tiempo ejerciendo de psicólogos con el portero para convencerle de que su futuro está en el Rico Pérez.

Ahora que cuentan con el visto bueno de Buigues, no se puede demorar su renovación. Atado Salinas, ha llegado su turno. El Hércules está obligado a iniciar una negociación para cerrar un acuerdo más pronto que tarde con quien considera el inquilino de su portería durante los próximos diez años. El tiempo apremia, se corre el riesgo de que la eliminatoria contra el Barcelona sitúe el nombre del canterano en la agenda de muchos directores deportivos y el 30 de junio está a la vuelta de la esquina.

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