No han sido días agradable para Franck Omgba, el propio jugador lo reconoce. «He pasado unos meses difíciles», sostiene. El camerunés hace referencia a un tiempo en el que contó con muy pocos minutos de juego tras empezar la Liga como titular, en el que se filtró una discusión con Luis García Tevenet por pasarse de su peso en un control y en el que se llegó a decir que el Hércules le declaraba transferible de cara al próximo mercado.

Omgba ve ahora su presente con más optimismo, ha salido del túnel en el que ha estado atrapado durante los últimos dos meses. Hasta recuperó la titularidad el pasado domingo en la visita al recién ascendido Atlético Saguntino y ahora espera seguir teniendo continuidad en los planes de Tevenet. «En el fútbol puede pasar de todo y siempre hay que mantener la humildad. Sabía que no lo iba a tener más fácil que el resto por llegar desde un club de Segunda», sostiene.

Al camerunés le da igual compartir plaza en el centro del campo con Juanma Espinosa, Miñano o Checa, con el que hay quien piensa que tiene más difícil ser compatible por tratarse de dos jugadores de perfil defensivo. «Hay una opinión que dice que sólo soy músculo y no es así. En Oviedo jugué como box to box -jugador de área a área- y marqué siete goles. Cada partido presenta una circunstancias diferentes», reivindica el futbolista.

Una de las cosas que más le ha molestado a Omgba en los últimos tiempos es que se filtrara que había discutido con Tevenet por un problema de sobrepeso. «Salió en la prensa y me molestó bastante porque no sucedió así. Hay muchas cosas que se cuentan sin ser verdad. Tuve una discusión con él como la tienen todos los jugadores con sus entrenadores. Físicamente estoy bien, me encuentro fino. Y la relación con Tevenet es muy buena, bromeamos mucho», aclara el futbolista africano.

Uno de los problemas que le ha impedido rendir bien hasta la fecha, a juicio del propio Omgba, es no haber hecho la pretemporada al 100%. «Empecé a entrenar con mi mujer embarazada y eso me impidió tener continuidad en el trabajo. De ahí surgen varios problemas físicos. Tuve que parar diez días y cuando regresé, el equipo estaba ganando y me tocó esperar mi turno. Ahora quiero ofrecer mi mejor fútbol jugando todos los domingos», concluye.