Primera mañana fría del otoño y una tibia acogida por parte de la afición. Ayer el Hércules abrió las taquillas por primera vez para que el público en general comprara sus entradas para el partido contra el Barcelona del próximo 30 de noviembre (22.00), perteneciente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. A la hora de apertura de las taquillas, las 9.30, apenas medio centenar de personas aguardaba para adquirir su localidad. Ni rastro de las esperadas colas en un día clave para conseguir el objetivo de que el Rico Pérez presente el mejor aspectos posible.

Finalizada la jornada, el club blanquiazul había vendido tan solo 700 nuevos billetes. Estas entradas se suman a las 8.500 que ya han adquirido los abonados del Hércules durante el plazo preferente que han disfrutado en las últimas jornadas. También hay que sumar las 2.500 que tienen reservadas las peñas del Barcelona en la provincia de Alicante, aunque está por ver el número de estas reservas que finalmente se completa.

Aunque parece difícil que se consiga el sueño de llenar el Rico Pérez para recibir al Barcelona, el Hércules estima que puede llegar a vender 20.000 localidades. El objetivo de la entidad es alcanzar con este encuentro un beneficio cercano al millón de euros, un auténtico balón de oxígeno en Segunda B que permitiría salvar en gran medida el presupuesto de la presente temporada. Así lo han reflejado con sus declaraciones en los últimos tiempos tanto Juan Carlos Ramírez como el presidente Carlos Parodi.

Uno de los aspectos que ha perjudicado al Hércules en relación a este partido contra el Barcelona es el horario. Las 22.00 es demasiado tardío para un encuentro que se va a disputar entre semana. Esta hora perjudica sobre todo a los niños, ya que al día siguiente tendrán que madrugar para ir al colegio. Son, precisamente, los jóvenes los que más ilusión pueden tener ante la visita del conjunto azulgrana a Alicante. La entidad blanquiazul no tiene ninguna culpa sobre la elección de este horario ya que está impuesto por los operadores televisivos que tienen los derechos de retransmisión.

Otro aspecto que puede restar entusiasmo entre la afición es que todo apunta a que el Barcelona viajará a Alicante con un equipo compuesto en su mayoría por suplentes e incluso por jugadores del filial. Lo más probable es que Luis Enrique Martínez dé descanso el 30 de noviembre a Messi, Neymar y Luis Suárez.