Zaragoza no solo es la casa del Real. El barrio de La Almozara (25.000 habitantes), una zona muy céntrica de la capital aragonesa acoge al CD Ebro. Cuenta con un campo pequeño de césped artificial próximo a la basílica del Pilar. La entidad fue fundada en 1942 y jugó en el Campeonato de España de Aficionados durante siete años. Hasta 1961 no fue inscrito en la Federación Aragonesa para competir en campeonatos oficiales. En 2009 el Ayuntamiento le construyó su actual terreno de juego, al que ahora están acudiendo más de un millar de espectadores. Y es que el proyecto deportivo va como un tiro desde hace tres campañas, cuando unos empresarios cogieron las riendas y lo impulsaron contratando a Ander Garitano de director deportivo. Así llegó el ascenso. Ahora, la idea es seguir creciendo hasta que aparezca el techo. Emilio Larraz, formado en el Zaragoza B, es el guía de unos chavales que quieren seguir ganando (hace 2 jornadas que no lo logran) para escribir la mejor página de sus carreras.

Cambio radical

Desde 2008 a 2013 el CD Ebro dio un giro de 180 grados a su filosofía: educar más y competir menos. La entidad logró sumar equipos en categorías inferiores de la mano de una mítica figura del Zaragoza, Juan Carlos Ruiz de Lazcano. Los últimos años se ha fomentado el gen competitivo y el hambre a nivel profesional. La figura de Ander Garitano está teniendo mucho que ver en el ello. Quieren derbi en Segunda.