Uno de los equipos que más está llamando la atención en este inicio de temporada en el Grupo III de Segunda B es el Ebro. Este conjunto, de un barrio de Zaragoza, se ha convertido en la gran revelación y hasta hace poco encabezaba la tabla, privilegió del que gozó posteriormente el Alcoyano y que ahora disfruta el Barcelona B. Los mañanos fueron cambiados de grupo por la Federación este curso para cuadrar la competición en la que militan los equipos valencianos, catalanes y baleares.

El Ebro llega ahora herido al Rico Pérez, estadio en el que mañana (20.45) jugará contra el Hércules. Los aragoneses han perdido sus dos últimos partidos de Liga, ambos jugados como locales. Primero perdieron contra el filial del Levante y este domingo lo han hecho ante el recién ascendido Atlético Saguntino, precisamente el rivales de los blanquiazules en la próxima jornada.

Esto debe servir como toque de atención para los alicantinos. De ello se encarga el propio Tevenet. «El Ebro es un conjunto bien asentado, con buena contra y buen físico. Hace poco iba líder y ahora no sabemos qué rival nos vamos a encontrar», ha señalado esta semana el entrenador sevillano en su rueda de prensa previa al encuentro de mañana en el Rico Pérez.