Cada vez que habla Juan Carlos Ramírez sacude todos los cimientos del Hércules. El empresario vasco habla con contundencia para defender los que, a su juicio, son los intereses del club. Ayer compareció por sorpresa en el entrenamiento de Fontcalent para seguirlo junto a los técnicos Dani Barroso y Javier Portillo. No dudó en atender a los medios durante más de media hora, tiempo suficiente para tratar todos los temas de la actualidad blanquiazul. Entre ellos, casos espinosos como las renovaciones de los canteranos Álvaro Salinas e Iván Buigues.

El más candente de los dos es el de Salinas, cuya ampliación de contrato lleva semanas en el aire. Ramírez se ha cansado del tema y ha dado un plazo de siete días -que empezó ayer- al delantero alicantino y sus agentes para aceptar la propuesta del Hércules: «Si no lo hace, es jugador del conjunto de Preferente. No vamos a ser un escaparate para los agentes aunque estemos en Segunda B. Si no se cumplen las condiciones que le ofrecemos, saldrá del primer equipo».

El aviso de Ramírez no se queda ahí y va más allá. «Hay otros canteranos que pueden subir. Esto es un asunto de política de club. La afición y los medios no conocen las cifras que sus agentes están pidiendo, es una proposición fuera de lugar. Con Eldin dije que tenía sitio en la grada porque era un jugador profesional. En este caso, ni siquiera eso porque pertenece a nuestro filial. No acepto posiciones de fuerza contra el Hércules», añadió el apoderado mientras los futbolistas de Luis García Tevenet se ejercitaban sobre el césped de las instalaciones de Fontcalent.

Finiquitada la cuestión de Salinas, Ramírez pasó a abordar el presente de Buigues, jugador que también acaba contrato a final de la presente temporada: «Lo quisimos renovar en verano y entre sus asesores y él no quisieron. Es un activo de nuestro club con el que buscamos contar en el futuro. He leído en los medios que ahora vamos a renovarle y que él está dispuesto. Si tiene minutos, podrá demostrar sus condiciones y ayudarnos a conseguir nuestro objetivo. Lo único que sé es que es futbolista nuestro hasta el 30 de junio. Ojalá después lleguemos a un acuerdo con él. Y si no, que venga el Real Madrid y le fiche».

Al margen de la situación contractual de los canteranos, un asunto que está marcando la agenda del Hércules las últimas semanas es el enfrentamiento del próximo mes contra el Barcelona en la Copa del Rey. «Por lo que estoy viendo y por las peticiones que recibimos, creo que vamos a pasar de las 25.000 entradas vendidas. Es una inyección económica muy importante para cuadrar el presupuesto. Será una fiesta para toda la ciudad en el Rico Pérez», analizó Ramírez.

Uno de los caballos de batalla del empresario es cumplir las obligaciones que tiene el Hércules con Hacienda. «Por nosotros no se va a cerrar el club. Si hay algún responsable será el que tire de la cuerda. Negociamos con todo el mundo y llevamos un plan de viabilidad con los acreedores. Tenemos un trato con Hacienda pero está claro que no le podemos pagar un millón de euros todos los años estando en Segunda B», aseguró.

Los asuntos deportivos no pasaron de largo durante la intervención de Ramírez. El apoderado recalcó lo importante que es finalizar como campeón de grupo: «Ser primeros es nuestra ilusión porque es lo que más te acerca al ascenso. Los empates importan poco. Tenemos que salir a ganar todos los partidos, es la mentalidad que Tevenet le transmite a los jugadores».