Cada vez que habla Juan Carlos Ramírez tiemblan todos los cimientos del Hércules. No por que su discurso esté equivocado, lo hacen por la contundencia de unas palabras que tienen que marcar la hoja de ruta del club a corto y medio plazo. El apoderado blanquiazul ha aparecido por sorpresa en el entrenamiento de Fontcalent y ha pedido su turno ante los medios. Durante media hora ha tratado todos los asuntos que conciernen a la actualidad del Rico Pérez.

Algunos son especialmente espinosos, como las renovaciones de los canteranos Álvaro Salinas e Iván Buigues. Ramírez lo tiene claro y no va a dejar que ningún agente se lucre a costa del Hércules. No está dispuesto a que nadie tense la cuerda ni presione a través de chavales que aún no han demostrado casi nada. El empresario vasco está dispuesto a desterrar a Salinas al conjunto de Preferente en contra de los intereses de Tevenet porque sabe que el club está por encima de todo, incluso de las apreturas inmediatas del primer equipo.