La historia de la humanidad está repleta de sucesos inexplicables y, pese al paso del tiempo, ningún erudito en la materia ha logrado encontrarles una solución empírica convincente.

¿Cómo pudo ser asesinado John Fitzgerald Kennedy si era el hombre más protegido del planeta? ¿Qué es lo que realmente pasa en el Triángulo de las Bermudas?

¿Realmente llegaron con vida a la orilla de San Francisco los protagonistas de la fuga de Alcatraz?

¿Cómo pudo vencer David, un pequeño pastor, al todopoderoso soldado Goliat de una pedrada?

La fama de los tres primeros enigmas puede que haya sido alimentada por la curiosidad popular, y que simplemente los hechos sucedieran sin motivo conspiranoico alguno.

No obstante, el último, el fragmento bíblico, es el menos susceptible de haber ocurrido; pero su leyenda se hace patente cada vez que el Hércules (el vigesimosexto equipo de la historia de 1ª) se enfrenta a la multinacional Fútbol Club Barcelona.

El club alicantino no perdió en más de la mitad de sus enfrentamientos con los culés (25 de 48) y en los últimos treinta años sólo ha perdido en dos ocasiones, con tres victorias y un empate.

Esta serie de gestas casi epopéyicas cumplirá cincuenta ediciones el 21 de diciembre en el Camp Nou, donde la ilusión de cantar el Gordo de Navidad un día antes resulta una verdadera quimera.

Los orígenes

El estreno oficial de este choque fue el 26 de enero de 1936, en el primer año del Hércules en la máxima categoría. El conjunto entrenado por Suárez de Begoña visitaba Les Corts para cerrar la primera vuelta de la Liga en un flamante tercer puesto, sólo por detrás del Real Madrid y Athletic, a uno y dos puntos, respectivamente.

El conjunto blanquiazul, la revelación absoluta del curso, terminaría sucumbiendo por la mínima (y de penalti) en un partido en el que los jugadores culés acabarían siendo silbados por su propio público.

El primer punto que rascó el Hércules contra el conjunto barcelonés fue en esa misma campaña, en una última jornada a la que llegaron empatados a puntos en la quinta y sexta plaza. El Hércules enfiló el descanso con una ventaja de dos goles de Blázquez, pero el Barça del irlandés O'Connell (que un año antes había hecho campeón de Liga al Betis) empató la contienda.

Tras la Guerra el Hércules volvió a terminar sexto, esta vez cuatro puntos por encima de un Barcelona que coqueteó más de lo debido con el descenso. Aquel año, los alicantinos tampoco pudieron ganarle al conjunto de la Ciudad Condal, pero rascaron el primer punto en aquellas tierras, que visitaron siendo líderes por tercera y última vez en la historia de la Liga. Las dos anteriores fueron también en la 39-40, a las órdenes del vasco Gamborena, que -cosas del club- no llegó a acabar la temporada.

En la 41-42 el Hércules ya dio el primer gran susto poniéndose 0-4 en Les Corts a los cuarenta y siete minutos de la primera jornada bajo una tromba de agua y goles. El Barcelona igualó la contienda a falta de dos minutos para el final, pero la leyenda negra culé acababa de nacer.

Ese mismo año llegaría el primer triunfo: una remontada que terminó tres a uno, con doblete de Perdomo y uno de Corona.

Sin embargo, el Hércules bajó a 2ª con dos puntos menos que los blaugranas, que se salvaron en la última jornada.

En la efímera 45-46 un Hércules casi sentenciado le quitó a un Barça, que llegaba a Alicante colíder, un punto con el que tres jornadas después se hubiese proclamado campeón de Liga.

En la 54-55 volvía a aparecer el Hércules por 1ª y le arrebataba una victoria y un empate en las dos ocasiones que se cruzaron. Además, el gol de la victoria en La Viña, obra de Xirau, fue el número 200 que los blanquiazules hacían en la máxima categoría.

Un año después los alicantinos descendieron, pero lograron un hito: marcar a Ramallets cuatro goles (que acumulaba seis partidos consecutivos dejando su portería a cero) en un abultado 6-4 en Les Corts.

Asimismo, se vieron por primera vez las caras en Copa en esa campaña y el Hércules, que había perdido 1-2 en Alicante, se adelantó en Barcelona y cosechó con honor un empate a uno.

El Barça jugó su último partido en La Viña en la 66-67, donde se volvió a dejar un punto. Y no regresó a Alicante hasta el 3 de agosto de 1974 para dar el pistoletazo de salida al actual estadio.

El primer gol lo marcó Rexach y el conjunto de Arsenio perdió 0-4 ante el Barça, flamante campeón de Liga y donde brillaba el Balón de Oro Johan Cruyff.

Pero aquella goleada fue un claro espejismo porque el recién ascendido Hércules mantuvo su feudo invicto en las cuatro siguientes visitas oficiales de los culés.

Y no sólo eso: el Barcelona encarriló ocho partidos oficiales sin poder meterle mano a los herculanos, que empataron siete de ellos y ganó uno por 2-1 con goles de Verde y Charles, a las órdenes de Mesones. La única victoria del Barça del Cruyff jugador al Hércules fue en la 77-78, cuando Clares (el del «¡Manolo, marca ya!») rompía un empate a uno en el Camp Nou con el tiempo cumplido.

El fin de esta fantástica racha trajo seis años sin victorias herculanas a los culés, con Krankl o Simonsen como verdugos. Durante este periplo debutó Bernd Schuster como jugador blaugrana en el Rico Pérez y Quini fue secuestrado tras un 6-0 al Hércules, en el que había anotado dos de ellos.

La segunda edición de Copa que emparejó a ambas entidades fue la de 1984, cuya final perdería el Barça ante el Athletic en la célebre batalla campal del Bernabéu.

En octavos le esperaba el Hércules, que navegaba séptimo en 2ª y ya había eliminado al Almansa, Elche, Olot y Málaga. Pese a perder la eliminatoria, en la ida el pequeño se volvió a subir a las barbas del grande y le derrotó por 2-1 con dos penas máximas de Sanabria.

Al curso siguiente en 1ª, el Hércules desbarató el alirón que tenía preparado el Barça y le venció 1-0 con un penalti de Cartagena, vital para una salvación que se refrendaría en Madrid en la última fecha. Ese mismo curso, el de la 84-85, volvieron a coincidir en Copa y, tras recibir una manita en el Camp Nou, el Hércules murió matando 1-0 con un nuevo tiro desde los once metros de Sanabria.

El último duelo copero fue en la 95-96, cuando un Hércules de 2ª (pero que olía a 1ª) resistió en el Rico Pérez con un Valerio inconmensurable. El empate de la ida alarmó al Barça, que vencería en la vuelta por cuatro a uno.

La 96-97 volvió a ser un año fugaz por 1ª del Hércules, pero realizó otro par de hombradas venciendo a los Figo, Ronaldo, Guardiola y compañía en los dos partidos, privándoles así de la Liga.

Para la historia queda la primera victoria herculana en el Camp Nou, remontando un 2-0 y con un gol de Rodríguez de dibujos animados. En la segunda vuelta, ya descendido, de nuevo clavaría el aguijón a los de Robson ganándoles 2-1.

El 11 de septiembre de 2010, guiado esta vez por el paraguayo Valdez, el Hércules lograba otra machada en casa del Barça de Guardiola y Messi.

El próximo lance será el primero en el que a ambos conjuntos les separen dos divisiones; pero nadie claudica antes de la batalla, aunque la honda de David esté cada vez más deshilachada y el gigante parezca nuevamente inalcanzable.