A pocos alicantinos les hizo más ilusión el emparejamiento copero entre el Hércules y el Barcelona que a José Joaquín Albaladejo. «A mi foto de perfil de 'whatsapp' me remito», afirma. En ella aparece el exjugador, el día de su retirada como profesional con el Hércules, con sus dos hijos, uno con el uniforme blanquiazul y el otro con el azulgrana. Este alicantino de pura cepa también militó cinco temporadas en el conjunto azulgrana, con el que ganó la Recopa de Europa de 1979 y la Copa del Rey de 1981.

A sus 61 años, el alicantino quiere ver en esta eliminatoria «una señal». «En el fútbol también necesitas esa dosis de fortuna y que al Hércules le haya tocado el Barcelona puede ser la señal de que éste va a ser su año después de que en los dos últimos se haya quedado muy cerca del ascenso», afirma Albaladejo.

El exjugador confía en que el Hércules-Barcelona, que se disputará el 30 de noviembre en el Rico Pérez (con horario todavía por determinar), enganche de nuevo a los seguidores blanquiazules escépticos con el conjunto de Tevenet: «La visita del Barcelona recordará a muchos alicantinos el camino al Rico Pérez y eso es importante, ojalá se enganchen bastantes también al equipo en la Liga. Cada dos semanas van 5.000 o 6.000 al estadio pero aquí la masa social es mucho mayor, aunque está cansada», recuerda.

Albaladejo reconoce que la diferencia de potencial entre el conjunto de Tevenet y el de Luis Enrique «es evidente» y considera que el objetivo de los blanquiazules debe ser «disfrutar» de los dos duelos ante algunos de los mejores jugadores del mundo. «La eliminatoria es un gran regalo, pero sólo a nivel económico, porque conlleva unos ingresos que en Segunda B no hay otra manera de conseguir. Deportivamente apenas hay margen para la sorpresa porque estas eliminatorias ahora son a doble partido y en el Nou Camp la historia cambia», asegura.

El exjugador alicantino guarda un recuerdo inmejorable de la Recopa de Europa y la Copa del Rey que ganó con el cuadro azulgrana, pero reconoce que tiene especial predilección por un amistoso disputado en agosto del 74 que ha marcado la historia del Hércules.

«Yo fui traspasado ese verano al Barcelona (por 12 millones de pesetas) y pocos días después se inauguró el Rico Pérez con un amistoso entre el Hércules y el Barcelona en el que yo jugué toda la segunda parte. Cada vez que paso por el estadio me acuerdo, no se me olvidará nunca», afirma.

Crítico

Albaladejo, que jugó con el Hércules en Primera, Segunda y Segunda B, se alegra del maná azulgrana que aliviará la maltrecha situación de la arcas del Rico Pérez, pero se muestra muy crítico con la gestión de Enrique Ortiz desde que asumiera el control del club: «Llegó hace 15 años y ahora la situación es peor, con más deuda y con tres concursos de acreedores a sus espaldas. Ojalá haya un cambio de aires y entre gente con ideas nuevas, pero sinceramente tampoco quiero hablar mucho de esto porque lo he hecho muchas veces y al final nada cambia, todo sigue igual, y me da pena por el Hércules», señala el exfutbolista alicantino, quien añade: «El ascenso supondría un alivio para la economía, pero no solucionaría el problema».