La pólvora se le ha secado al Hércules en los partidos a domicilio. Nada que ver con el último encuentro disputado en el Rico Pérez, en el que el conjunto blanquiazul castigó el pobre fútbol del Eldense con cinco goles. Fuera de casa es otra historia. El conjunto de Luis García Tevenet no marca un gol en Liga como visitantes desde el pasado 20 de agosto, día del estreno liguero en el que le endosó cuatro al recién ascendido Gavà -Chechu , Nieto por partida doble y Berrocal-.
El Hércules no ha marcado en sus últimos tres partidos como visitante: Sabadell (1-0), Valencia Mestalla (1-0) y Badalona (0-0). El equipo sólo ha sido capaz de sumar cuatro de los doce puntos que ha disputado lejos del Rico Pérez y ya ha perdido más partidos fuera que en toda la Liga pasada, en la que únicamente fue derrotado en la visita al filial del Villarreal B, en la jornada en la que Vicente Mir debutó en el banquillo blanquiazul.
Los números que el Hércules presenta en el torneo de la regularidad nada tienen que ver con los que el equipo ofrece en la Copa del Rey, en la que ha superado las dos eliminatorias iniciales jugando a domicilio. En la primera le endosó una manita al Andorra, de Tercera División, y en la segunda derrotó al Cartagena en la tanda de penaltis. Estos triunfos le permiten disputar ahora, el próximo 12 de octubre, la tercera eliminatoria de la Copa en el Rico Pérez. Si los de Tevenet vencen al Cornellà se enfrentarán en la siguiente ronda contra un equipo de Liga de Campeones o Liga Europa.
Los dos últimos planteamientos de Tevenet fuera de casa, contra Mestalla y Badalona, han generado fuerte controversia y, a la vista de los resultados finales, no se pueden dar por aprobados. Contra el filial del Valencia el entrenador pertrechó a su equipo tras un trivote formado por Checa, Juanma Espinosa y Omgba. Los blanquiazules cedieron la iniciativa a su rival y sólo aceleraron cuando se vieron por detrás en el marcador a falta de menos de media hora. Aquella derrota escoció más porque se pudo comprobar que el Hércules le habría hecho bastante daño a la zaga valencianista a poco que su entrenador hubiera sido más ambicioso.
Es precisamente la falta de ambición uno de las grandes males detectados en el juego mostrado hasta la fecha por el equipo de Tevenet. Cuesta entender que con una plantilla en la que habitan futbolistas con el talento de los Flores, Nieto o Gaspar, el sevillano no busque pasar más tiempo en las inmediaciones del área rival. El entrenador se justifica asegurando que busca el equilibrio y que «en Segunda B es tan importante atacar como defender». El técnico blanquiazul quiere crecer a través del buen rendimiento de sus zagueros y se muestra satisfecho por las pocas ocasiones que el Hércules le ha concedido al Eldense y el Badalona en las dos últimas jornadas de la Liga.
El partido de Badalona no ha generado tantas críticas como el de Valencia por dos motivos. El primero es porque el equipo alicantino consiguió, al menos, un empate. El segundo se debe a la superficie de juego. El campo del conjunto catalán es uno de los más complicados de la categoría por su desgastado césped artificial y por sus reducidas dimensiones, que siempre facilitan la presión de la formación local.
Tevenet apostó por el mismo equipo que venía de golear al Eldense, un once con los Flores y Gaspar. Por mucho que alineará a sus jugones, la consigna era clara para los hombres de atrás: balón largo en busca de Berrocal. A partir de ahí el técnico esperaba que llegara una segunda jugada que condujera al gol, algo que no sucedió como en los duelos de Sabadell y Valencia.
