Jugador de equipo con mayúsculas y experto en ascensos a Segunda, el central Pol Bueso (31 años, Moncofa, Castellón) afronta en Alicante uno de los retos más ilusionantes de su carrera. «Siempre le he tenido un cariño especial al Hércules», reconoce este zaguero que viene avalado por sus tres éxitos consecutivos con el Albacete, Nástic y UCAM Murcia.
No ha podido entrenar junto a sus compañeros por unas molestias, ¿son graves?
No, para nada, ha sido por precuación. En principio estaré a disposición del entrenador para el partido del sábado (contra el Lleida, a las 20.00 en el Rico Pérez).
¿Qué balance hace de este irregular inicio de temporada?
Esta claro que no ha sido el esperado. 10 puntos de 21 no es una buena cifra, pero estamos tranquilos porque sabemos el nivel que hay en el equipo y el trabajo duro que estamos haciendo. Cuando hay calidad, esfuerzo y convencimiento, las cosas salen bien. Y sé lo que digo porque las tres últimas temporadas subí con el Albacete, Nàstic de Tarragona y UCAM. Cuando demos el golpe encima de la mesa con dos victorias seguidas, nos meteremos en la zona alta.
Pero aquí en Alicante hay obsesión por la primera plaza después de intentar el ascenso dos veces por el camino largo...
Y me parece normal, lo entiendo. Acabar primero te da el 80% del ascenso, pones pie y medio en Segunda. Mi tres últimos ascensos han sido acabando primeros, pero también quiero dejar claro que esto es largo y da muchas vueltas. Y tengo datos: en el Albacete, la Hoya Lorca llegó a sacarnos nueve puntos y al final les sacamos nosotros siete. Y con el UCAM pasó algo parecido. Por otro lado, la presión y la pasión que hay en Alicante es buena, a mí me gusta. Parece que los filiales están muy lejos, pero no es así. Si hubiéramos ganado en Badalona no hubiéramos puestos sólo a tres de ellos.
Ahora falta encontrar la regularidad...
Eso es. Llevamos tres victorias, tres derrotas y un empate en un campo donde no se podía jugar. Todos estamos implicados y el cuerpo técnico trabaja muchísimo, no deja nada al azar. Así es imposible que las cosas salgan mal.
Dos victorias ante el Lleida (sábado) y el Cornellà (miércoles) darían un espaldarazo importante a este proyecto...
Son dos partidos importantes. Contra el Lleida tenemos que ganar para hacer bueno el empate de Badalona y porque tenemos claro que el Rico Pérez debe ser un fortín en el que si alguien gana es porque es muy superior a nosotros. Y el partido de Copa (también en el estadio alicantino) es trascendental, más a nivel económico que deportivo. Jugar contra un grande sería un regalo para todos y económicamente al club le vendría de maravilla.
Sus compañeros destacan de Tevenet los claros mensajes que traslada a la plantilla y sus dotes de motivador...
A mí ya me habían hablado maravillas de él algunos compañeros y la verdad es que yo estoy encantado. Tiene los conceptos muy claros, no se le escapa nada y, además, están pendiente de si algún compañero pasa un mal momento o no le están saliendo las cosas.
¿Cómo ve al canterano Pedro Inglés?
Es un chaval que siempre está dispuesto a aprender, te pregunta, quiere que le expliques...Es todo corazón y cuando ha tenido que jugar, ha dado la cara. El Hércules tiene un central para muchos años con él, es una esponja.
¿Le hizo ilusión que le llamara en verano Dani Barroso tantos años después de haber coincidido en el Castellón?
Sí, claro. Allí pasamos momentos muy buenos pero también muy malos. Yo soy de allí y todos esos años los viví con mucha intensidad. Pero no sólo me hizo ilusión que me llamara Dani, también me convencieron Portillo y Tevenet. La verdad es que al Hércules siempre le he tenido un cariño especial y me ilusionaba mucho volver a un equipo con pasión e historia. Cuando alguien da la cara por mí, debe tener por seguro que yo me la voy a partir por él. Y le agradezco al Hércules su confianza.
En Castellón le bautizaron como el «Búfalo de Moncofa»...
(Risas) Un amigo me lo puso y después él se dedicó al periodismo y ahí ya tuvo más recorrido. Realmente en mis primeros años más que un búfalo parecía una cabra porque iba para todos lados.
¿Cómo fueron los tres ascensos? Primero el de Albacete...
Fue un año de muchas dificultades porque había problemas económicos y la urgencia de ascender para no desaparecer. La Hoya Lorca nos llegó a sacar nueve puntos y al final nosotros le sacamos siete. En la eliminatoria final ganamos al Sestao con mucho sufrimiento y una remontada.
¿Nàstic de Tarragona?
Fue diferente, yo llegué en enero y ese equipo iba solo, ganaba jugara quien jugara. En la eliminatoria final ganamos al Huesca. En esa plantilla existía el convencimiento total de que íbamos a subir y así fue.
¿Y UCAM Murcia?
El año pasado se demostró que las 10 o 12 últimas jornadas son las importantes. Llegamos muy fuertes, sin ninguna presión, y en la eliminatoria final ganamos con solvencia al Castilla.
