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El césped artificial no cambia los planes de trabajo del técnico

El encuentro en Badalona será el primero de los ocho que se disputarán sobre hierba sintética

El césped artificial no cambia los planes de trabajo del técnico

Después de visitar al recién ascendido Gavà, al Sabadell y al filial del Valencia, además de los partidos de Copa del Rey en Andorra y Cartagena, el Hércules estrenará el domingo (17.00) en el campo municipal de Montigalà de Badalona su periplo sobre césped artificial en la temporada 2016/17. Los blanquiazules ya están acostumbrados a jugar sobre esta superficie al haber disputado, muy a su pesar, las dos últimas campañas en el Grupo III de Segunda B.

El de Badalona será el primero de los ocho partidos que tiene programados el Hércules este curso en hierba sintética. Pese al cambio de superficie, Luis García Tevenet no está dispuesto a variar su once y volverá a apostar por la alineación que goleó al Eldense, repleta de jugones como José Gaspar o los Flores. Los otros siete encuentros que los blanquiazules disputarán en césped artificial serán los que les enfrenten contra: Eldense, L'Hospitalet, Atlético Baleares, Cornellà, Ebro, Prat y Atlético Baleares.

Los jugadores del Hércules tienen que adaptarse ahora a esta nueva superficie. Tevenet ha decidido que el equipo siga su rutina habitual de trabajo en Fontcalent y el Rico Pérez y no ha querido hacer uso de las instalaciones de Montemar. Uno de los miedos en el club es que los futbolistas puedan sufrir lesiones por el cambio de terreno. «Es mucho más duro y cuesta apoyar el pie. Los tobillos y las rodillas se resienten especialmente, las articulaciones son las que más sufren a la hora de arrancar y frenar», explica el director deportivo blanquiazul, Dani Barroso.

Al margen de esta cuestión física, el juego también cambia mucho con el habitual en césped natural. «El bote del balón es totalmente distinto, casi imprevisible. No se pueden hacer controles orientados con la parte interior del pie y los pases de más cinco metros no se pueden hacer rasos. Los partidos requieren de una concentración y una tensión mayores. A esto hay que sumarle que la mayoría de campos de hierba artificial tienen menos metros. Cualquier rival que te presione, te complica mucho la vida», añade Barroso.

Además de superar el reto del cambio de superficie, el Hércules se enfrentará el domingo a un Badalona que destaca especialmente por la solidez defensiva que ha mostrado en las primeras jornadas de la competición, en las que solo ha encajado tres goles.

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