¿Cómo afronta el partido de mañana contra el Hércules?
Es un encuentro especial tras mi paso por el Hércules, tuve la suerte de vestir su camiseta durante un año. En Sabadell estamos mentalizados para ganar el partido aunque sabemos que jugamos contra un rival muy bueno. Es pronto para hablar de aspirantes porque los objetivos se marcan a final de temporada.
¿Qué sensaciones tienen en Sabadell en este inicio de año?
Hemos empezado bien aunque en la primera jornada perdiéramos contra el Ebro. Recibimos un gol y no supimos reaccionar. Contra el Atlético Saguntino jugamos mejor, tuvimos el balón y conseguimos ganar. Hemos crecido en confianza para recibir al Hércules. En el plano individual, me encuentro bien. La última jornada fui suplente porque había tenido un golpe en un entrenamiento. Estoy ilusionado, tengo ganas de hacer las cosas bien esta temporada.
¿Cómo ven al Hércules?
Sabemos que es un club grande, eso no es un secreto para nadie. Cuenta con jugadores muy buenos y será difícil ganarles pero nosotros lo pondremos todo de nuestra parte. Nos gusta tener la posesión para crear ocasiones de gol e intentaremos dominar al Hércules.
¿Qué recuerdos guarda de su paso por el Rico Pérez?
El final no fue feliz para nadie porque descendimos. A pesar de todo, tengo buenos recuerdos, hice muchas amistades. Jugué bastante y el comportamiento de la afición fue increíble. Nos apoyaba siempre en los peores momentos. Prefiero quedarme con lo positivo aunque no fuera el mejor final. Me quedo con la ciudad y con el fútbol que pude disfrutar y el Hércules siempre será un club especial para mí.
¿Cuál fue el motivo para que aquella plantilla descendiera?
Las expectativas eran altas y el equipo estaba formado por muy buenos jugadores. El problema es que entramos en una dinámica negativa y ya no supimos salir de ahí. Los jugadores perdimos la confianza en la recta final. Cuando intentamos apretar y sacar los puntos ya era tarde. Es una pena porque el Hércules es un gran club y cuenta con una afición tremenda.
Es evidente que le hubiera gustado despedirse de otra forma de Alicante...
Acabé triste porque llegué a Alicante con la ilusión de hacer grandes cosas, llegué para ascender a Primera y acabamos en Segunda B. Haber descendido con un club como el Hércules es algo que llevaré marcado para siempre. Pero ya es pasado y no hay nada que hacer. Les deseo lo mejor a partir del domingo.
Uno de los compañeros que más le ayudó en su paso por el Hércules fue Javier Portillo...
Era el mejor jugador del equipo y un referente y un ejemplo para mí. Nos facilitaba las cosas en todos los sentidos. Tengo una gran amistad con él, me ayudó mucho. Fue la persona que me acogió en Alicante y me daba consejos en todos los entrenamientos. Me hubiera gustado seguir jugando con él.
¿Su carrera es comparable con la de Portillo?
No es realmente el mismo caso. Los dos pasamos por grandes canteras y eso tiene un valor especial. Él jugó muchas temporadas con los más grandes y luego me acogió a mí en Alicante. Nos tenemos mucho cariño y una gran amistad. Fue un privilegio aprender de él.
Ahora dicen que ha llegado a Sabadell a relanzar su carrera...
No hago caso de los comentarios. He venido aquí para ayudar al equipo a estar lo más arriba posible y conseguir éxitos a final de año. Busco minutos, goles y hacerlo lo mejor posible. A partir de ahí se verá por dónde va mi carrera futbolística.
¿Acabará llegando a la élite?
Es la ilusión que tengo, lo voy a dar todo para lograrlo. El camino es largo y sé que tengo que sacrificarme mucho. Las lesiones son el aspecto más brutal del fútbol. Me hubiera gustado no haberme encontrado con ellas.
