¿Cómo se explica que el entrenador campeón de la última Liga Adelante esté sin equipo?

El primer sorprendido fui yo en su momento. Después de hacer una grandísima campaña y ascender a Primera División siendo campeón, no esperas esta situación. Se me comunicó muy tarde, el 21 de junio, y ya los banquillos estaban todos ocupados.

Usted tuvo varias ofertas a final de la pasada temporada, alguna de Primera e incluso del extranjero, pero se quedó en el paro...

Así es. Tuve una oferta muy firme de un equipo de Primera, varias de Segunda y otra de la Primera belga. Algunos me llamaron a mí, otros a mi agente y dijimos que no porque teníamos un contrato firmado con el Deportivo Alavés.

¿No nos va a decir qué equipo de Primera le quiso?

No, porque hay que ser respetuoso con los clubes y los técnicos que entrenan. Eso ya es historia, aunque ocurrió hace poco tiempo. Desafortunadamente para mí no he podido entrenar.

Pese a todo, no mira hacia atrás con ira ni despecho y dice que está agradecido al Alavés...

Así ex. Siempre me quedo con lo positivo. Estoy muy agradecido a la ciudad de Vitoria, a su afición y al club porque me brindó la oportunidad de hacer un gran trabajo. Nadie esperaba, ni mucho menos, conseguir el ascenso. Cuando llegué a Vitoria me comentaron que a ver si hacíamos una temporada tranquila, sin pasar apuros ni luchar por evitar el descenso y, al final, con un grupo humano fenomenal conseguimos unirlos y logramos un ascenso maravilloso de la mano de la magnífica afición de Vitoria.

¿Cree que Sergio Fernández, director deportivo del Alavés y ex del Hércules, intervino para que usted no siguiera en Vitoria?

No, no pienso en ningún culpable o en que alguien tomase la decisión. Simplemente ya vivo el presente y no tengo ningún rencor hacia nadie. Decidieron que el entrenador tenía que ser otro y esto forma parte del fútbol. A veces se toman decisiones que no se entienden muy bien, pero como profesional y persona no lo puedo evaluar porque no depende de mí.

Su nombre sonó como entrenador del Hércules en el caso de que hubiera subido a Segunda...

Algo me comentaron. Siempre es un orgullo que el equipo de tu ciudad tenga interés en contratarte. Es un halago. El Hércules sabe que cuando me necesite, yo estaré ahí para intentar ayudarle. No sabemos cuándo...

¿Tiene usted una relación de amor-odio con el Hércules?

No. Cuando me hice cargo del Hércules en una situación muy delicada conseguimos al final salvar la categoría. Al año siguiente me renovaron y desde el comienzo hubo contradicciones y faltó entendimiento y tranquilidad. Hubo demasiadas urgencias. Como entrenador pagué los platos rotos de esa desesperación y de esa necesidad de sacar resultados. Se vendió que había un equipo tremendo y al final, sin Bordalás, tuvieron que luchar para no descender.

¿Por qué está el Hércules en Segunda B? ¿Quién o quiénes son los responsables?

No sé quiénes son responsables. El fútbol es difícil y me llena de tristeza que el Hércules esté en Segunda B. Siempre he querido que el Hércules esté lo más alto posible porque es el equipo de mi ciudad. Es el equipo en el que me formé y en el que he jugado muchos años. Me dio pena que bajara porque el Hércules siempre debe estar en el fútbol profesional.

¿Le gusta el proyecto de Luis García Tevenet?

Sí, el proyecto lo han preparado otras personas y han confiado en un entenador con experiencia en Segunda B que logró un ascenso con el Huesca. Tengo muy buen concepto de él y le deseo lo mejor. El Hércules tiene que ser candidato a estar entre los mejores y luchar por el ascenso a Segunda A. Una pena que no lo lograra este año, algo en lo que teníamos todos mucha confianza, pero eso demuestra lo dura que es la Segunda B.

Su relación con el Elche ha sido más exitosa. Conectó mejor con la entidad franjiverde...

Sí, por resultados fue mejor. Cuando llegué estaba en una situación muy delicada, penúltimo, y acabamos sextos. La segunda campaña logramos un «play-off» y estuvimos a punto de ascender. Siempre se me ha valorado muchísimo y tengo muy buen recuerdo de mi etapa en el Elche.

¿Qué pasó para que un equipo consolidado en Primera se viera expulsado de la élite por sus deudas e impagos?

La mala gestión ha llevado a muchos clubes al descenso y, en algunos casos a la desaparición. Dio pena ver que al Elche, cuando se consolidaba en Primera, lo bajaron por mala gestión. Afortunadamente, la Liga ha tomado nota y actúa de modo inteligente para que los clubes asuman más responsabilidad y la gestión económica sea adecuada.

¿Cree que Zidane está preparado par aguantar la presión de un banquillo como el del Madrid?

Supongo que sí. Al principio había muchas dudas y ha sido capaz de ser campeón de la Champions. No era fácil. Hay quien dice que tuvo fortuna con los sorteos, pero todos los equipos cuando llegan a esa fase del campeonato son muy competitivos y de gran nivel. El Madrid mete mucha presión, no va a ser fácil. No tiene la experiencia como técnico, pero sí mucha como jugador en la alta competición.

¿No le parece algo aburrida la Liga española con este duopolio Barça-Madrid y, de vez en cuando, el Atlético?

Sí. En los últimos años ha perdido mucho aliciente. La Liga es de tres; era de dos, y deja muy pocas posibilidades a los demás. Es muy complicado que en la competición española se registre una sorpresa como en la inglesa [por el título del Leicester el curso pasado] porque hay una gran diferencia de potencial y nivel de jugadores. Por momentos sí es aburrida, pero tenemos a los mejores jugadores del mundo, algo que le da mucho interés y tenemos que disfrutarlo.

¿Es Lopetegui el sustituto idóneo de Del Bosque en La Roja?

Sí; sin duda. La Federación ha querido dar continuidad a un estilo que inició Luis Aragonés y prolongó de manera sobresaliente Del Bosque. Lopetegui ya conoce los equipos inferiores, la selección y a muchos de los jugadores que están ahora en la Roja. Por tanto, va a darle continuidad a ese estilo y a ese sello que tiene la selección y que nos ha dado tantas alegrías.