El Hércules ha decidido no abrirle la puerta de salida al canterano Iván Buigues pese a su petición de marcharse cedido. Y así se lo comunicó ayer. El canterano acaba contrato el año que viene y propuso, a través de su agente, renovar otro curso más con la condición de jugar a préstamo en el Marbella, también de Segunda División B. El Hércules valoró el ofrecimiento e incluso tenía en agenda al portero sub'23 Jon Ander, que finalmente se marchó cedido al Logroñés por el Eibar. Tras este movimiento, la comisión deportiva, formada por Dani Barroso y Javier Portillo, se mantiene en su postura de retener a Buigues pese a que ya advirtió de que no prolongaría su contrato si le obligaban a quedarse.

El club entiende que sería una temeridad dejarle salir como cedido sin otro portero de garantías que pelee con Chema Giménez. Y este meta debe ser sub'23 porque las fichas profesionales están muy caras en este Hércules y nadie se plantea ocupar una de ellas con otro meta.

La renovación de Chema, de 36 años, provocó la rápida reacción del agente de Buigues, que se puso en contacto con el club para hacerle saber que quería un cambio de aires. El veterano portero firmó actuaciones decisivas en la promoción (ante el Toledo y el Tudelano) y el Hércules le ofreció otro año más de contrato que el oriolano aceptó.

Por su parte, Buigues quiere evitar a toda costa otra campaña en blanco. El preparador de porteros Balaguer cree firmemente en él y tanto Barroso como Portillo están convencidos de que será el meta del Hércules muchos años debido a su juventud (cumple 20 años el mes que viene) y, sobre todo, a sus condiciones.

En la temporada 13/14 debutó en Segunda en el último partido de Liga, con el descenso a Segunda ya consumado, y todo parecía indicar que tendría protagonismo en Segunda B. Pero en el curso 14/15 los entrenadores Pacheta y Manolo Herrero apostaron por la experiencia de Chema.

Controvertida rotación

La temporada pasada, el técnico jiennense ya vio a Buigues con la madurez necesaria para competir y tomó la controvertida decisión de rotar a los dos porteros. El canterano jugaba en casa y Chema fuera. Finalmente Buigues pagó los platos rotos de la goleada sufrida en el Rico Pérez ante el Villarreal B (0-4) y Herrero le sentó en el banquillo. A todo esto hay que añadir que la relación personal entre ambos estaba muy deteriorada, tal y como confirmó Chema en una entrevista a este diario.

La llegada de Vicente Mir al banquillo no cambió la situación y el oriolano fue titular indiscutible en la segunda vuelta y en la promoción.

Ahora la «patata caliente» la tiene el nuevo entrenador Luis García Tevenet, quien evaluará el rendimiento de Chema y Buigues en la pretemporada que arranca mañana.

La comisión deportiva asume con resignación el riesgo que supone retener al meta de Mutxamel contra su voluntad y con el convencimiento de no renovar. Si no le hacen cambiar de opinión, en junio de 2017 quedará libre y es un jugador muy apetecible.