Ha llegado el gran día tras una semana que se ha hecho eterna. El reloj se detuvo después del gol de Carlos Calvo en el Carranza. Por fin ha terminado la espera y el Hércules afronta hoy (21.00) uno de los partidos más importantes de su historia en un Rico Pérez que estará lleno hasta la bandera, con el ambiente que merece una cita decisiva para el provenir de la institución. El objetivo está claro, remontar el 1-0 que el equipo trae de Cádiz para conseguir el ansiado ascenso.

No será fácil la empresa aunque el Hércules no debe volverse loco desde el principio. La plantilla de Vicente Mir sabe que con un gol se iguala el enfrentamiento y, a partir de ahí, la eliminatoria puede decidirse en los 90 minutos reglamentarios, en el tiempo suplementario o en una tanda de penaltis que pondría a prueba los corazones de la parroquia blanquiazul. Da igual el camino pero todos tienen que conducir a la plaza de los Luceros, punto final de una noche que debe ser para el recuerdo.

Costará meterle mano al Cádiz, un conjunto que destaca más por sus virtudes defensivas que por su propuesta en campo rival. En el partido del Carranza ya le cedió la iniciativa a los alicantinos, parapetado sobre su área esperando que llegara su oportunidad a través de un fútbol directo y rudimentario. Será más fácil abrir la lata con el ambiente mágico que ofrecerá esta noche el Rico Pérez, con sus gradas llenas de aficionados mucho tiempo después en un partido del Hércules. El primer gol ya lo han marcado unos seguidores que van a agotar el papel.

«Ellos van a avanzar 10 metros con respecto a la ida y nosotros vamos a retroceder», ha señalado el entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, esta semana, toda una declaración de intenciones del planteamiento defensivo que prepara para esta noche. El Hércules tendrá que tener paciencia con el balón, circular el esférico con velocidad y ser agresivo en el empeño de buscar el área rival. Tomar un gol del conjunto amarillo sería muy perjudicial pero no definitivo. Tocaría soltar amarras y activar el plan B.

Consciente de que la mejor fórmula para derribar la muralla del Cádiz es ampliar el terreno de juego en horizontal, Mir le dará paso en el once a Miguel Ángel Nieto, un extremo de los de toda la vida que se fijará en la banda derecha para centrar balones como puñales al corazón cadista. La entrada del madrileño ordena mejor la línea de mediapuntas del Hércules, con Chechu Flores en la izquierda para poder trazar la diagonal que tanto le gusta y un Javi Flores centrado, en contacto permanente con el juego y sintiéndose importante.

El torrente de fútbol que deben crear estos hombres tiene que tener como destino a David Mainz. Protegido en el Carranza, el aragonés recupera el 9 esta noche, toda vez que el sancionado Mariano es la única baja del Hércules. Con una línea defensiva indiscutible, la única duda de Mir pasa por la sala de máquinas, en la que Vivi, Miñano y Espinosa se juegan dos puestos. La opción más factible es que apueste por un pivote clásico como Vivi y le acompañe con un Miñano que retrasará su posición para ser clave en la salida del juego.

En el Cádiz la duda está en la participación de Álvaro García, uno de los mejores jugadores del equipo que se lesionó en la eliminatoria contra el Racing. El extremo ya se perdió el partido de ida y hoy el conjunto andaluz esconderá su presencia hasta el último momento. Por lo demás, Álvaro Cervera prescindirá de un atacante como Lolo Plá para protegerse mejor con el centrocampista Abel Gómez. Más músculo para tratar de evitar la remontada que persiguen el Hércules y su afición y que abre las puertas del retorno a Segunda.