A menos de 24 horas para que el Hércules se juegue su futuro deportivo e institucional ante el Cádiz nadie en el seno del club duda de que la remontada es posible. La confianza en lograr el ascenso es absoluta desde el primer al último eslabón de la entidad, más unidos que nunca a lo largo de una semana en la que jugadores, técnicos, directivos y afición se han mostrado seguros de darle la vuelta al 1-0 del Carranza. Basta con escuchar a la comisión deportiva blanquiazul, a las puertas de su primer gran éxito en los despachos, para retroalimentarse de un optimismo que ha acabado convirtiéndose en un dogma de fe.

«El equipo está preparado mental y anímicamente para afrontar el partido, remontar la eliminatoria y poder ascender; no tengo miedo en ese sentido. Creo en la madurez de los jugadores y el equipo y tengo confianza absoluta en que se va a conseguir», asegura convencido Dani Barroso, arquitecto en los despachos de una plantilla «con gente que cuenta con muchos ascensos y que ya ha vivido esto».

Es precisamente esa experiencia que aglutina buena parte del grupo y la respuesta del equipo en determinados momentos críticos de la temporada lo que llevan al director deportivo del Hércules a ser «optimista» y «creer en este equipo». «Nos ha dado motivos y argumentos suficientes para ello», argumenta Barroso confiado por la respuesta de la plantilla desde el mismo momento en el que acabó el primer asalto por el ascenso. «El equipo se activó rápidamente y los capitanes tomaron la voz cantante diciendo que se podía conseguir. En ese sentido me quedé tranquilo porque los jugadores ya estaban convencidos de la remontada nada más terminar pese al palo de haber perdido con un gol en el minuto 87. A partir de ahí, durante toda la semana han desprendido una absoluta confianza en que lo van a conseguir», señala.

A caballo entre el césped y los despachos tras retirarse a la vuela del parón navideño, Javier Portillo asegura tener «una espina clavada por no haber podido subir a Segunda División como futbolista», logro que «ahora me gustaría alcanzar como secretario técnico». «El domingo va a ser un día de sufrir y pasarlo mal, pero al final del partido estoy convencido de que vamos a poder reír y disfrutar del ascenso», vaticina Javier Portillo.