Vasco de pura cepa, nadie conoce a Mandiola como Javier, sino como «Mánix». A sus 58 años, llama a las cosas por su nombre y está convencido de que el Tudelano le meterá el susto en el cuerpo al Hércules en el Rico Pérez el próximo domingo a las 19.30 horas. Padre deportivo del gran Eibar que ahora se ha asentado en Primera División, conoce el fútbol vasco modesto como la palma de su mano y reconoce que su única experiencia en el estadio alicantino no pudo ir peor: el Hércules de Goikoetxea le endosó cinco goles en 2008. No le inquieta lo más mínimo el buen ambiente del Rico Pérez «porque los de la grada no juegan».

¿Cómo analiza, con el paso de los días, la derrota sufrida por su equipo ante el Hércules en el Ciudad de Tudela?

Lo considero un accidente del fútbol porque hicimos muchas cosas bien y al final perdimos. Veníamos en una dinámica muy buena (el Tudelano no perdía desde noviembre), fuimos fieles a nuestros principios y sólo nos faltó concretar alguna ocasión. Delante nos encontramos a un Hércules que, sin hacer un gran partido, fue capaz de anular nuestros ataques y además marcar un gol. Estoy seguro de que el Hércules ha hecho partidos mejores y por eso nos duele que aún así ganara. Pasaron un montón de pequeñas cosas, pero tengo claro que no hay gran diferencia entre los dos equipos.

Si la ocasión de Chema Mato hubiera acabado en gol...

Si nos ponemos 1-0, el partido muere ahí, eso lo tengo claro. Lo hubiera cambiado todo, el Hércules hubiera dado un paso al frente y nosotros podríamos haber utilizado otras armas, pero de nada sirve darle más vueltas a eso porque no sucedió. Lo importante es que quedan 90 minutos y tenemos una segunda oportunidad.

¿Ve la eliminatoria muy cuesta arriba?

Sí, por supuesto, pero hubiera estado igual de complicada aun ganando nosotros. De hecho, ni con un 0-3 iría tranquilo al Rico Pérez porque el Hércules es un gran equipo y juega en su casa. Ahora, con el 0-1 en contra, sólo pensamos en que tenemos que ganar a domicilio a un rival de nuestra categoría, no hay más. Y eso no es una misión imposible. Ahora toca concienciar a los futbolistas de que son capaces de dar la sorpresa.

¿Están sus jugadores afectados?

Sí, los jugadores, los aficionados y yo, estamos todos un poco tocados porque nos habíamos autoconvencido de que era posible ganar al Hércules, pero la realidad nos puso en nuestro sitio. Lo duro es que el Hércules no hizo un gran partido y aún así nos ganó. Qué hubiera pasado si realmente hubieran estado bien.

¿Cambiará el diseño de su equipo para ir a por la victoria en el Rico Pérez?

Nosotros jugamos igual toda la temporada si no hay lesiones o sanciones. Asumiremos riesgos como lo hicimos el domingo. El gol del Hércules viene de una contra en la que nuestro mediocentro Chema Mato está en el área rival y no llega a tiempo. Si con el 0-0 arriesgábamos, imagínese con la eliminatoria en contra. Estoy convencido de que le podemos hacer daño al Hércules.

Probablemente se superen los 10.000 espectadores el domingo. ¿Le puede pesar eso a sus jugadores?

Para nada, en todo caso le pesará a los del Hércules si el partido se tuerce al principio, que es lo que queremos. A nosotros nos da igual jugar ante 2.000 o ante 20.000, los de la grada no juegan, ni los de los banquillos tampoco. Los 11 que están en el campo son los protagonistas. Si eso fuera importante, el domingo pasado hubiéramos ganado porque el Ciudad de Tudela estaba volcado con nosotros y queríamos darles una alegría.

¿Qué es lo que más le preocupa del Hércules?

Tiene ese punto de calidad y veteranía que marca diferencias como ya pasó en el partido de ida. Peña, Chechu, Javi Flores, Atienza, Álex Muñoz... El Hércules me gustó bastante pero ya sabía qué perfil de equipo era, otra cosa es que yo me centre en mis jugadores, que son con los que tengo que ganar batallas cada jornada. Pero sinceramente soy optimista con el corazón y con la cabeza. Si el Hércules nos quiere eliminar va a tener que trabajar mucho. Un 0-2 en contra hubiera sido un palo muy duro, pero el 0-1 lo deja todo abierto.

¿Qué experiencia tiene en el Rico Pérez?

Muy mala, porque sólo fui una vez, con el Eibar en 2008, y nos metieron cinco. Y en Ipurúa también perdimos 0-3. Es un escenario espectacular, probablemente el mejor de toda la Segunda B, y es una motivación más para mis jugadores. Es un premio a esta temporada en la que hemos estado muy por encima de nuestros objetivos.