Nadie mejor que Álvaro García sabe qué camino debe seguir el Hércules para retornar al fútbol profesional. El extremo de La Romana, reconvertido en lateral por exigencias del guión, busca en Alicante su quinto ascenso a Segunda División tras los conseguidos con el Alicante, Cádiz, Alcoyano y Leganés. Ayer marcó un gol de bandera y de valor incalculable, ya que clasifica matemáticamente al Hércules para la promoción a falta de una jornada, la que medirá a los blanquiazules frente al descendido Llosetense balear.

Las victorias del Reus y el Villarreal B impiden al equipo de Mir seguir con su escalada, pero en la última fecha todo puede cambiar. El Hércules puede acabar en cualquiera de las cuatro posiciones, pero lo más lógico es que se mantenga como tercero si gana y hacen lo propio el Villarreal B y el Reus frente a dos rivales que no se juegan nada (Espanyol B y Cornellà).

La buena dinámica del conjunto alicantino, que la pasada jornada goleó por 0-4 al Hospitalet y lleva casi tres meses sin perder, invitaba a pensar que el choque ante el casi descendido Olot sería plácido, pero nada más lejos de la realidad. La tensión se cortó con un cuchillo durante los 90 minutos por lo mucho que había en juego y por lo incierto del marcador.

Tampoco contribuyó a aliviar el sufrimiento el planteamiento discutible de Vicente Mir de inicio. El doble pivote de carácter defensivo formado por Juanma Espinosa y Vivi chirría en el Rico Pérez y resta al equipo fluidez, rapidez en la circulación de balón y profundidad. De hecho, en el descanso cambió el guión, sentó a Espinosa, dio entrada a Gato junto a Mainz y ubicó a Miñano junto a Vivi para mejorar en la distribución.

El Hércules acaparó descaradamente la posesión de balón en los primeros 45 minutos, pero sin ninguna profundidad. De hecho, la ocasión más clara fue para el Olot en el 39'. Una pérdida de Juanma Espinosa cerca del área provocó una jugada que culminó Musa con un disparo demasiado alto al plantarse ante Chema.

Con la entrada de Gato y el cambio de ubicación de Miñano, el Hércules salió, tras el descanso, con el cuchillo entre los dientes porque la victoria era innegociable. Por suerte el gol llegó muy pronto. A los tres minutos, Álvaro recogió el balón escorado en la derecha tras un centro pasado de Mainz. El de La Romana, lateral con alma de extremo, recortó a su oponente y envió el balón a la escuadra con la izquierda.

Tras el 1-0, el Hércules se sacudió toda la tensión, las 9.000 gargantas se rompieron y al Olot le entaron las prisas, pero la falta de pegada de los catalanes era alarmante. Sin renunciar al juego combinativo, el rival intentaba meter el miedo en el cuerpo pero fue David Mainz el que tuvo una ocasión inmejorable para sentenciar. Robó un balón en el círculo central y esprintó en solitario hasta plantarse solo delante del portero. Tenía la alternativa de asistir a Javi Flores, que le acompañó en la carrera, pero decidió definir y su disparo raso no encontró portería. El punta aragonés se echó las manos a la cabeza y despues de esa acción todos los allí presentes tenían claro que tocaba sufrir.

Había demasiado en juego por ambos bandos en la grada y el empate del Reus ante el Olímpic ascendía a la Hércules a la segunda plaza. Pero los minutos no pasaban. El Olot tuvo su mejor ocasión en el 75 cuando Sana se plantó solo delante de Chema tras un meritorio desmarque, pero su disparo cruzado lo repelió el meta oriolano, quien también estuvo rápido de reflejos en el área para evitar que Diego rematara dentro del área pequeña.

Salvo esos dos sustos, el Hércules no pasó apuros y selló un triunfo que le asegura la promoción. Ahora queda por definir la posición y el sueño del liderato aún es matemáticamente posible, pero el Villarreal B y el Reus están por delante, tienen dos puntos de ventaja y se miden con rivales que no pelean por ningún objetivo.