Uno de los objetivos que persigue cualquier equipo que aspira a ascender de categoría en una promoción es llegar en línea ascendiente y con la autoestima alta al tramo decisivo de la competición. Y al menos esto ya lo ha conseguido el Hércules.
Sólo un batacazo ante el Olot o el Llosetense en las dos últimas jornadas truncaría la importante racha firmada por los blanquiazules, que no pierden desde hace dos meses y medio. La última vez que mordieron el polvo fue el 14 de febrero, en el Rico Pérez, frente al Barcelona B por 0-2. Desde entonces han sumado seis victorias (ante Sabadell, Mestalla, Eldense, Olímpic, Espanyol B y Hospitalet) y cuatro empates (frente a Badalona, Baleares, Cornellà y Pobla).
Sólo el Tudelano, del grupo I, lleva más semanas sin perder, Más en concreto, desde el 29 de noviembre, cuando cayó por 1-2 ante el Racing de Santander.
En el caso del Hércules, todo parece indicar que llegará a la promoción con tres meses de competición en línea ascendente. Para cerrar la Liga regular se enfrenta el sábado, en el Rico Pérez, a un Olot con el agua al cuello y pie y medio en Tercera. Y en la última jornada visitará al ya descendido Llosetense.
La plantilla ya se ha conjurado para para sumar estos seis puntos y apurar las posibilidades de ocupar la primera plaza, que ahora está a dos puntos. Pero para ello deben pinchar el Villarreal B y el Reus. El filial amarillo también tiene dos enfrentamientos cómodos. La próxima jornada recibe al Pobla de Mafumet y en la última visita a un Espanyol B que no se juega nada. Por su parte, el Reus medirá sus fuerzas con un Olímpic de Xàtiva que se juega el descenso y también con el Cornellà, que aspira a la cuarta plaza.
Cuestión de contundencia
La línea ascendente del Hércules se basa, fundamentalmente, en la contundencia que ahora muestra en las dos áreas. Precisamente eso fue lo que le faltó al equipo en la etapa de Manolo Herrero y de ahí que se empataran hasta 14 partidos. Desde la llegada de Mir, el Hércules es más agresivo, presiona más y mejor y es el segundo menos goleado del grupo, por detrás del Lleida. En el aspecto ofensivo, los fichajes de invierno están teniendo un papel principal. El mediapunta Javi Flores y el delantero David Mainz marcan diferencias y, junto a ellos, Chechu Flores muestra su verdadero nivel en la banda, no en el lateral donde tantos partidos tuvo que jugar por las lesiones de Rafita.
A diferencia de la temporada pasada, en la que naufragaron los delanteros Portillo y Fernando, este año David Mainz está rentabilizando sus minutos con goles. Le costó adaptarse al juego del Hércules en sus primeros partidos, pero ya ha marcado siete tantos y se mueve en los mismos parámetros que la pasada temporada con el Huesca. También reforzó la plantilla oscense en enero y anotó siete dianas en la Liga y otras cuatro en la promoción de ascenso.