La calidad de la plantilla del Hércules marca diferencias en Segunda B. Buena cuenta de ello puede dar L'Hospitalet, un títere en manos de los hombres de Mir durante la tarde de ayer en la localidad catalana. Quince minutos de tanteo fueron suficientes para que los blanquiazules se dieran cuenta de su superioridad. El conjunto alicantino puso el turbo en otra cuarto de hora mágico, del 15 al 30, y mandó a la lona a su oponente con los goles de Atienza y Mainz.

Cuando los Flores entran en juego el nivel del Hércules alcanza otra dimensión. Lanzado por el fútbol de sus mediapuntas Javi y Chechu, el equipo blanquiazul trituró a un L'Hospitalet al que no le quedó más remedio que recibir un gol tras otro. Hasta cuatro veces tuvo que sacar Aulestia el balón de su portería, y eso que el exherculano fue de lo poco que se salvó en los locales. Tras el meneo en el primer tiempo, Chechu Flores y Atienza, otra vez, pusieron la rubrica. Un paseo de rosas en un día redondo, en le que hasta un central hizo doblete. Una anomalía en este deporte.

La victoria allana el camino para el Hércules, que ahora puede soñar con la primera posición. Los de Mir están a dos puntos de los líderes, Villarreal B y Reus, a falta de dos jornadas -Olot y Llosetense- para bajar la persiana de la temporada regular. Un triunfo el sábado (18.00) en el Rico Pérez ante los gerundenses certificaría la presencia blanquiazul en la promoción de ascenso. Eso sí, por detrás vienen Lleida y Cornellà, también a dos puntos, por lo que la clasificación para el play off tampoco está garantizada. Quedan dos semanas de infarto para la afición.

Mir está cerca de encontrar su equipo tipo. El técnico valenciano repitió el once que la pasada jornada ganó al Espanyol B y la apuesta le salió redonda. El Hércules saltó a un terreno de juego con un césped artificial en malas condiciones pero con la amplitud necesaria para penetrar por banda. Nada que ver con la ratonera de la Pobla de Mafumet. Ahí encontró la primera ventaja el equipo alicantino.

La segunda se la dio el talento de sus individuales. En cuanto los Flores entraron en combustión apenas quedaron migajas de L'Hospitalet, zarandeado de orilla a orilla, por alto y a ras de suelo. Javi y Chechu encontraron el socio ideal en Mainz. El aragonés es el delantero que pedía a gritos el equipo. Trabajó a destajo, se ofreció y provocó faltas peligrosas. Una de ellas, botada por Chechu desde la derecha, sirvió para que Atienza descorchara la fiesta.

Antes del gol del central a Javi Flores se le habían escapado dos dianas por un dedo. El cordobés fue el mejor jugador sobre el terreno de juego y el primero en poner en órbita al Hércules. Penetró la defensa catalana como cuchillo en mantequilla. Una internada suya, con la colaboración de Mainz, le propició un remate que salió besando el poste de un Aulestia ya batido. Antes había puesto a prueba los reflejos del vasco con un obús que el exherculano despejó a córner.

Apenas hubo tiempo para celebrar el gol de Atienza cuando llegó el segundo. Vivi, otra de las noticias positivas de la tarde, robó un esférico en banda izquierda. En un parpadeó el balón ya estaba en la esquina derecha, en la que Chechu Flores, otro de los artistas del Hércules, cogió la muleta y sirvió un caramelo al corazón del área catalana. Allí apareció Mainz, puntual a su cita con el gol. Además de estajanovista, el aragonés sabe embocar.

El Hércules cedió cinco minutos de tregua a su rival tras el paso por los vestuarios y volvió a la carga. Javi Flores agarró un balón en la banda izquierda, hizo una trenza en la frontal del área con Miñano y, cuando se disponía a rematar, fue barrido por el central Marc Vales. Penalti, gol de Chechu y sentencia del partido.

Con el encuentro ventilado Mir agitó el banquillo para dar oxígeno a los suyos. Gallar y Gato aportaron nuevos bríos por los costados y Rojas ejerció como mediocentro en lugar de un Vivi castigado por el esfuerzo. Entre tanto, Atienza firmó su segundo gol, con el que se cerró la cuenta. El central marcó en otra falta lateral tras una maniobra propia de un ariete de postín.

Los blanquiazules dan un paso de gigante y pueden soñar con cotas mayores lanzados por el talento de sus peloteros. Con los Flores en danza no hay límites en el horizonte herculano.