El plan de viabilidad que el empresario Juan Carlos Ramírez quiere llevar a cabo en el Hércules recibió ayer un espaldarazo en el Instituto Valenciano de Finanzas. Su director general, Manuel Illeca, se reunió durante hora y media con el dirigente vasco y con el presidente del Hércules, Carlos Parodi, y les tendió la mano, aunque matizó varios puntos de ese proyecto y las garantías aún se tienen que negociar.

El club pretendía exponer públicamente su proyecto tras su reunión con el IVF, pero finalmente apostó por la cautela debido a que la negociación no ha hecho más que empezar y el banco del Consell fue ayer muy comedido en su comunicado.

Lo que sí queda claro es que Ramírez propone una «operación acordeón», consistente en una reducción de capital y posterior ampliación para convertirse en el máximo accionista del Hércules. Es decir, está cansado de poner dinero sin tener poder real en el club y quiere asumir las riendas para evitar después un cambio de rumbo inesperado al frente de la entidad.

El empresario vasco propone devolver los 18 millones que la Fundación debe al IVF (aún no se ha emitido el fallo de la Comisión Europea a este respecto) cuando el Hércules regrese a la Liga de Fútbol Profesional. «En Segunda B los ingresos son nulos, no alcanzan ni para mantener la plantilla. Yo me comprometo a mantener con vida al Hércules en esta categoría y a poner mi dinero para ascender. Una vez en Segunda todo es diferente porque tendremos capacidad de devolver toda la deuda acumulada en los diferentes frentes», aseguró Ramírez ayer en la sala de prensa del Rico Pérez.

El dirigente ha encontrado en el IVF una buena predisposición para llegar a un acuerdo porque: «no puedes estrujar de donde no hay y ellos no quieren estrujar al Hércules sino recuperar el dinero que han dado al fútbol».

El Hércules intentará remitir esta semana al IVF una documentación que se le ha solicitado antes de mantener una nueva reunión de trabajo en Valencia. Por su parte, la institución autonómica expresó ayer, a través de un comunicado, «interés en colaborar con el Hércules para avanzar en el diseño» de su plan de viabilidad. El IVF ha agradecido «el esfuerzo desarrollado por el equipo directivo para aportar una solución a la delicada situación del club».

Al margen de las negociaciones que han quedado abiertas tras el cónclave de ayer en Valencia, el presidente blanquiazul Carlos Parodi sigue renegociando con los acreedores la modificación del convenio debido a que el Hércules sigue en Segunda B y los ingresos brillan por su ausencia. Ya se llegó a un acuerdo con los acreedores minoritarios (cuenta con el visto bueno de la Liga) y también con la Seguridad Social y SUMA.

El principal escollo que se está encontrando el Hércules ahora es Hacienda, a la que debe pagar 80.000 euros mensuales, un desembolso que no realiza desde octubre al no disponer de liquidez. «Hemos reducido deuda durante tres años y por eso la Liga y las administraciones públicas nos han abierto la mano. Espero que lleguemos también a un acuerdo con Hacienda y el IVF para que el Hércules pueda seguir subsistiendo en Segunda B. Una vez logremos el ascenso, el panorama cambia y podremos hacer frente a todas las deudas como hemos hecho hasta el momento», concluyó ayer Parodi.