Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

«Mi padre dejó el listón muy alto»

Tin Pavlicic, hijo de la leyenda herculana Dubravko Pavlicic, entrenó ayer con la primera plantilla

Tin Pavlicic defiende a Gato.

Tin Pavlicic, hijo del añorado Dubravko Pavlicic, pisa con fuerza en la cantera del Hércules. Pieza importante en el juvenil que está a punto de ascender a División de Honor, ayer entrenó con el primer equipo en el Rico Pérez ante la atenta mirada, entre otros, de Dani Barroso, José Antonio Palomino o Paquito Escudero, excompañeros de su padre, fallecido hace tres años.

Su hijo mayor, Tin, le da «una gran alegría» a su madre cada vez que recibe la llamada para entrenar con el primer equipo. «Le hace mucha ilusión que vaya al Rico Pérez», afirma el canterano, de 18 años y que también ocupa la posición de central.

«Con mi padre empecé a dar mis primeras patadas al balón en la pista de la urbanización donde vivíamos. Me ponía retos y luego me recompensaba, fue él quien me metió el gusanillo del fútbol», señala Tin. «En mi familia el deporte está muy presente. Mi hermana Tea le está pegando fuerte al tenis (campeona de España sub'14) y el pequeño Luka ahora ha empezado con el fútbol. Practicamos deporte para divertirnos, pero lo primero es la formación, tanto a nivel académico como personal, eso nos lo dejó siempre claro mi padre», recuerda el hijo mayor de Pavilicic, que nació en Alicante.

Al margen de su impactante parecido físico, Tin destaca también por su «agresividad». «Tiene mucha personalidad, domina el juego aéreo y los conceptos defensivos los tiene muy marcados», afirma Javier Portillo, miembro de la comisión deportiva. «Su margen de mejora es amplio, pero es contundente y valiente, si ha subido ya dos o tres veces con el primer equipo es porque tiene condiciones», añade el madrileño, que ayer charló con él al acabar el entrenamiento dirigido por Vicente Mir.b

El propio Tin recuerda cómo su padre, internacional con Croacia, le marcaba el camino y aconsejaba. «Me enseñó sobre todo a saltar y dominar el juego aéreo, a posicionarme. Me han dicho que tengo algún gesto técnico parecido pero mi padre dejó el listón muy alto. Siendo muy joven ganó un Mundial con Yugoslavia y sus amigos me cuentan que el secreto de su éxito era que trabajaba más que nadie. Era el primero en llegar a los entrenamientos y el último en irse. En eso sí me parezco porque doy todo lo que tengo cada día, a ver hasta dónde puedo llegar», manifiesta Tin.

El canterano no vio jugar a su padre pero guarda vídeos y cds. «Sé que fue un jugador muy importante para el Hércules y para mí es muy especial poder entrenar en el Rico Pérez, ojalá pueda jugar algún día», concluye.

Este fin de semana le toca volver a la realidad de su equipo juvenil pero la ilusión por seguir los pasos de su padre está muy viva.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats