El Hércules pedirá hoy cita en el Ayuntamiento de Alicante para exponer al equipo de gobierno el plan de salvación de la entidad plan de salvación que días después será presentado oficialmente en el Instituto Valenciano de Finanzas. El dirigente Juan Carlos Ramírez será quién se reúna con los representantes municipales cuando se concrete la cita. El empresario vasco ya anunció semanas atrás en este diario cuál era la hoja de ruta marcada por los actuales gestores del club y el primer paso es poner el plan de viabilidad en conocimiento del Ayuntamiento. «Lo hacemos por deferencia y respeto hacia el Consistorio, ya que realmente es la Generalitat la que tiene que dar el visto bueno», afirmó Ramírez la semana pasada.
Los desencuentros entre el Ayuntamiento y el Hércules han sido numerosos ya desde la campaña electoral. Con el socialista Gabriel Echávarri como alcalde, las posiciones se han enconado aún más, hasta el punto de que ni el primer edil ni ningún concejal han acudido al palco del Rico Pérez. Pero más allá de esta mera cuestión de forma, el Ayuntamiento ha movido cielo y tierra para buscar un inversor interesado en comprar el Hércules, una venta que finalmente no se podrá llevar a cabo tal y como reconoció el propio Echávarri semanas atrás.
Este mes de marzo está previsto el fallo europeo sobre el préstamos de 18 millones concedido por el Instituto Valenciano de Finanzas al Hércules (IVF) y que todo parece indicar que el club deberá devolver. Este es el principal escollo que se han encontrado el alcalde socialista en su plan: «Seamos serios, ¿qué inversor va a comprar el Hércules con la deuda que hay (20 millones en concurso más los 18 del préstamo) y sin estadio ni campo de entrenamiento en propiedad?», reflexionaba en voz alta Ramírez.
El empresario vasco quiere exponerle a Echávarri «con luz y taquígrafos» su plan de viabilidad (y el de Enrique Ortiz) del Hércules, harto de la situación de interinidad en la que se encuentran. «Se suponía que en diciembre iban a venir unos inversores y aquí seguimos poniendo dinero sin saber si nos van a echar de aquí en una semana», se pregunta Ramírez con insistencia.
A falta de conocer la letra pequeña del plan, el Hércules presentará un calendario de pagos, con cantidades diferentes en función de la categoría en la que milite el club, puesto que en Segunda B no hay ningún tipo de ingresos. «Queremos devolver hasta el último céntimo, pero con el respaldo de la Generalitat. Y si quieren bajar la persiana del club y no recuperar nada, que lo hagan, pero que cada institución apechugue después y asuma las consecuencias. El Hércules es muy importante para Alicante y nosotros queremos seguir manteniéndolo vivo y reduciendo deuda, ojalá sea en la LFP», aseguró Ramírez, quien se reunirá en solitario con el Ayuntamiento aunque está respaldado por Enrique Ortiz.
