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Un filial sin canteranos

El Barça B llega a Alicante con 9 caras nuevas tras una fuerte inversión en enero para evitar el descenso

Alberto Perea. Extremo derecho de 25 años. Procedente del Olot

Ortolà, Godswill, Costa, Tarín, Grimaldo, Samper, Ros, Aleña, Babunski, Enguene, Maxi Rolón, Aitor, Cámara y Dongou fueron los catorce jugadores que utilizó el técnico Gerard López en el Barcelona B-Hércules de la primera vuelta. De ellos, casi la mitad, seis, ya no pertenecen al equipo azulgrana, rival blanquiazul el domingo (17.00) en el Rico Pérez. El filial ha vivido una profunda transformación en el mercado de invierno, periodo en el que el club ha acometido nueve fichajes y ha despedido a diez futbolistas.

La metamorfosis experimentada hace que el Barcelona B se asemeje ahora más a un conjunto potente de la categoría de bronce que a un filial. Un dato resulta revelador: en la primera plantilla hay más jugadores formados en La Masia que en el segundo equipo -once por nueve-. Los de Gerard estaban hundidos en la clasificación y el club decidió apostar por un cambio radical en el mercado para evitar un nuevo descenso a Tercera División.

La nueva propuesta ha llevado al Barcelona a incorporar a jugadores de más de 25 años, contrastados en la categoría y sin visos de alcanzar algún día el Camp Nou y compartir vestuario con los Messi e Iniesta. Son los casos de los atacantes Alberto Perea y Salva Chamarro. El primero estaba protagonizando un gran curso con el Olot, con el que había marcado nueve goles. Chamorro destacó el año pasado en Lleida, jugaba en la Primera División portuguesa -Casillas le paró un penalti- y era uno de los objetivos del Hércules. Otro de los nombres que tenía subrayado Dani Barroso era el de Sergi Guardiola, también fichado por el filial y despedido por sus desafortunados tuits contra la entidad catalana.

Los nueve fichajes que ha hecho el Barcelona B son: Ezkieta, Fali, Borja López, Moisés Delgado, Gonçalves, Xemi, Perea, Romera y Chamorro. Las diez bajas son: Babunski, Grimaldo, Enguene, Maxi Rolón, Ondoa, Dongou, Campins, Pol Calvet, Aitor Cantalapiedra y Bagnack. Aunque el equipo en conjunto no funcionaba en Segunda B, a algunos de estos futbolistas se les augura en gran futuro en el mundo del fútbol por su calidad individual. Prueba de ello es que han sido fichados por clubes como Benfica, San Lorenzo, Deportivo, Villarreal, Zaragoza, Estrella Roja o Nantes.

Entres las diez bajas se encuentran cuatro de los jóvenes cameruneses que Samuel Eto'o trajo a Barcelona a través de su fundación. En edad juvenil estos jugadores destacaban por su exuberancia física pero una vez que se han igualado las fuerzas en categoría profesional, no han demostrado el talento suficiente para alcanzar el primer equipo. El único camerunés que permanece es Wilfrid Kaptoum.

Otra curiosidad es que una de las bajas, Aitor Cantalapiedra, ya le marcó al Hércules con su nuevo club, el líder Villarreal B. El gol del extremo llegó en el día del debut de Vicente Mir en el Hércules. El técnico blanquiazul sabe que el domingo su equipo afrontará uno de los encuentros más complicados en lo que queda de curso, ante un rival descarado que irá arriba a presionar.

Mir también cree que el Barcelona B mira ahora a los puestos de promoción de ascenso. Los cambios en la plantilla han surgido efecto y el filial acumula cuatro victorias -Pobla de Mafumet, Espanyol B, L'Hospitalet y Olot-. Estos triunfos han permitido que el equipo pase de la penúltima plaza a estar a 9 puntos del playoff.

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