El portero Chema Giménez, uno de los capitanes del Hércules, reconoció ayer que el equipo atraviesa «el momento más complicado de la temporada» e instó a sus compañeros a «amarrarse los machos» para revertir esta situación de inmediato, ya que los dos próximos rivales, el Lleida y el Reus, ocupan la tercera y segunda plaza. «Llevábamos 15 jornadas invictos, pero hemos perdido dos partidos seguidos contra rivales directos (Alcoyano y Villarreal B) y eso nos ha hecho mucho daño. Estamos en el momento más complicado de la temporada y donde tenemos que hablar es en el campo, no en la sala de prensa, ojalá el partido contra el Lleida fuera mañana mismo», aseguró ayer el meta oriolano tras el primer entrenamiento de la semana en Fontcalent.

Chema afirmó que el Hércules «ha tocado fondo» porque «las sensaciones no son buenas» y asumió con naturalidad que «empiecen a llovernos palos porque estamos sextos». «Está claro que tras perder en Villarreal nos olvidamos de la primera plaza en enero y eso es duro. Ahora viene al Rico Pérez el Lleida, que está cuatro puntos por encima, y tenemos que ganar como sea, nos hemos quedado con poco margen de error y llega el momento de sacar lo mejor de nosotros», añadió.

El experimentado portero, de 35 años, se mostró dolido por el 3-1 encajado el domingo en la Ciudad Deportiva de Villarreal, pero asumió con resignación que el filial amarillo está ahora mismo a otro nivel: «Como ya pasó el año pasado con el Nàstic, el Villarreal B es líder de manera muy merecida. Estamos a 12 puntos de ellos porque están haciendo las cosas muy bien y el domingo tuvimos muy pocas posibilidades contra ellos».

Chema recordó que el Hércules compitió en Villarreal con seis bajas de jugadores habitualmente titulares y pidió paciencia tras el cambio de entrenador: «En una semana con el nuevo entrenador es imposible que el equipo cambie de cara, por mucho que hiciéramos dobles sesiones. Estamos trabajando bien y no podemos fallar contra el Lleida».

En este sentido, la jornada pasada fue nefasta para los intereses herculanos, ya que el equipo de Mir fue el único de los siete primeros clasificados que no ganó. Ahora es sexto, a dos puntos del cuarto (Cornellà), a cuatro del tercero (el Lleida, próximo rival) y a 11 y 12 puntos respectivamente del Reus y el Villarreal B. «Entiendo las críticas, pero la temporada no está perdida, ni mucho menos. Si ganamos el domingo, las aguas bajarán más tranquilas, quedan muchos puntos todavía por jugar», insistió.

La sangría de la estrategia

El Hércules ha encajado siete goles esta temporada en acciones a balón parado (faltas o saques de esquina) pero lo más preocupante es que cuatro de ellos han sido este mes de enero. El último de ellos llegó el pasado domingo en Villarreal y abrió el camino del triunfo del filial. En la jornada anterior, un mal despeje tras un saque de esquina provocó el 0-1 del Alcoyano. Y aún más doloroso fueron las dos dianas encajadas ante el colista Llosetense, en el Rico Pérez, en sendos córners.

Chema reconoció ayer que el Hércules tiene un problema a balón parado: «Por supuesto que trabajamos estas jugadas, pero los culpables no son siempre los mismos, no es tan fácil de solucionar el asunto. Lo que está claro es que ahora los equipos se aprovechan de que somos frágiles en esta faceta tan importante del juego».

El nuevo técnico Vicente Mir no quiso desvelar la semana pasada quién ocuparía la portería ante el Villarreal B aunque finalmente apostó por la continuidad de Chema. Tras los tres goles encajados, está por ver si el preparador valenciano mantiene su confianza en el oriolano o da la alternativa al canterano Iván Buigues.