La noticia de la retirada de Portillo, adelantada ayer por INFORMACIÓN, generó, en primer lugar, algún recelo al tratarse del Día de los Inocentes. Los más escépticos daban por supuesto que se trataba de una broma, pero nada más lejos de la realidad. Javier García Portillo reaccionó con celeridad al comprobar la trascendencia del asunto, que se convirtió en «Trending Topic» en la red social Tuiter a nivel nacional. Citó a los medios de comunicación a las 13.15 horas en el Rico Pérez, lo que suponía una confirmación de su adiós.

Los primeros en saberlo por su propia boca fueron sus ya excompañeros. El madrileño acudió a primera hora al campo de entrenamiento de Fontcalent, pero esta vez no se vistió de corto. Reunió a los futbolistas en el vestuario y les comunicó que lo dejaba, que colgaba las botas y se enrolaba en la secretaría técnica. Posteriormente presenció el entrenamiento en la banda acompañado por el director deportivo Dani Barroso.

Al término de la sesión de trabajo acudió al Rico Pérez para ultimar su discurso de despedida, breve y emocionado al hacer referencia a sus padres. En la mesa de la sala de prensa estuvo acompañado por el presidente Carlos Parodi y Barroso, quienes le cedieron todo el protagonismo. Y como asistentes acudieron los directivos Valentín Botella y Juan Carlos Ramírez, la plantilla al completo, el cuerpo técnico, su pareja Laura Ortiz y algunos amigos personales.

Los compañeros más allegados al ya exfutbolista como Paco Peña o Iván Buigues no pudieron ocultar su emoción, así como Valentín Botella, especialmente sensible. Tras las preguntas de los periodistas, tomó la palabra el capitán Peña, quien subió a la mesa con el resto de jugadores y le hizo entrega de una camiseta firmada por todos ellos. Portillo se volvió a emocionar en su primer día como exjugador profesional. A partir de ahora trabajará junto a Barroso y en marzo comenzará a estudiar para obtener el título de director deportivo.