La esperpéntica situación del Huracánesperpéntica situación del Huracán, club sin gobierno y descabezado tras la huida de la directiva que trazó los planes de la actual temporada, frena por el momento la llegada de Alvarito al Hércules, con quien ya ha alcanzado un acuerdo para incorporarse en la segunda vuelta de la competición. El jugador aspense tenía previsto viajar a Alicante para estampar su firma tras obtener la baja federativa que hubiera simplificado las cosas, pero en el último momento el presidente en funciones le comunicó que había dejado el cargo y debía negociar su rescisión de contrato con el dirigente entrante, algo imposible de realizar puesto que no conocía su identidad.
Sin sede social donde reclamar ni figura que ofrezca solución, Alvarito estaba a la espera de que se le facilitara el número de teléfono de quien debe coger el relevo de la gestión del club valenciano para zanjar el trámite en los próximos días y así unirse a los entrenamientos a las órdenes de Manolo Herrero.
La plantilla del Huracán Valencia CF, confeccionada el pasado verano a golpe de talonario, sólo ha cobrado media nómina del mes de agosto. Los impagos han sido una constante hasta el punto de que los propios jugadores tuvieron que hacer frente a los gastos arbitrales para no perder más de los dos puntos con que fueron sancionados por no pagar al trío arbitral en varios encuentros. La situación de abandono ha llegado a tal extremo que los futbolistas de la primera plantilla están dispuestos a no presentarse a los dos primeros partidos de la segunda vuelta si no se facilita su salida.
A diferencia de lo que está estipulado en Primera y Segunda División, el impago prolongado de las nóminas a los jugadores de Segunda B no abre por ley las puertas de salida. Pero sí la disolución del club, desenlace que llegaría si no se presentan a los partidos.
Las noticias que ayer salían del entorno del Huracán eran difusas. Entre ellas, se apuntaba que un grupo de inversores holandeses afincados en la provincia de Alicante negociaba con Carlos Sanchis, el último gestor del Huracán. Por otro lado, Sanchis deslizaba que la gestión iba a quedar en manos de dos abogados catalanes.
