La tensión entre el Ayuntamiento y el Hércules se corta con un cuchillo desde hace meses. Más en concreto desde que el socialista Gabriel Echávarri recibiera la vara de mano como alcalde. Es de sobra conocido que el equipo de gobierno quiere ver a Enrique Ortiz fuera del Rico Pérez y en las últimas 48 horas se ha registrado un nuevo desencuentro público. Esta vez no ha sido a través de las redes sociales que tanto utiliza Echávarri, sino con micrófonos de por medio. El dirigente del Hércules Juan Carlos Ramírez acusó el jueves al alcalde de anunciar «bulos» como la subasta del club y del estadio antes de Navidad y consideró que «se equivocaba» en su manera de tratar a un símbolo de la ciudad como el Hércules. Además, insistió una vez más en que tanto él como Ortiz estarán encantados de recibir ofertas por el club, pero hasta el momento no ha habido ni el más mínimo acercamiento por parte de ningún inversor.

Echávarri no dejó pasar ni 24 horas para revolverse contra Ramírez y para ello utilizó como arma arrojadiza su pasado como consejero delegado y vicepresidente del Elche. «Si yo intento no discutir con aficionados del Hércules, menos aún voy a discutir con un aficionado del Elche», espetó el alcalde socialista a EFE en un pleno de la Mancomunidad de L'Alacantí . El empresario vasco no quiso responder ayer públicamente al considerar que con estas declaraciones el propio Echávarri se retrata. Ramírez, ya desvinculado del Elche desde hace años, llegó al Hércules la temporada pasada y está realizando un desembolso importante con el objetivo de devolver al club a Segunda. Es el único socio que tiene ahora Ortiz en las oficinas del Rico Pérez y supervisa la parcela deportiva.

Malestar

El mensaje del alcalde tampoco pasó desapercibido ayer en el entorno del Elche y a través de las redes sociales no tardaron en aparecer críticas al socialista al entender que se trataba de una desconsideración. Echávarri insistió ayer en que no conocía «de nada» a Ramírez. «Dijo que me respetaba profundamente, pero que tenía una opinión formada sobre mí y que me equivocaba. Igualmente. Yo le respeto profundamente, no lo conozco, no le he visto ni hablado nunca, le deseo lo mejor para el año 2016 y lo mejor para el Hércules», señaló el alcalde, y añadió la frase de la discordia: «pero si yo intento no discutir con aficionados del Hércules, no voy a discutir con un aficionado del Elche».

Un día antes, Ramírez respondió de la siguiente manera a la pregunta de si la segunda vuelta iba a ser complicada a nivel económico y cómo valoraba la incertidumbre respecto al futuro de la entidad: «Teníamos claro que Ortiz y yo debíamos tirar del carro hasta diciembre a expensas de lo que pasara a nivel institucional. Si en cualquier empresa necesitas tranquilidad y confianza, en el Hércules todavía más, no necesitamos bulos que perjudiquen a la institución», señaló el empresario en relación a la subasta pública antes de Navidad anunciada por Echávarri meses atrás. «Si algún inversor está interesado en el Hércules, que nos lo diga. Pero es muy fácil decir que se vaya Ortiz. ¿Y entonces qué pasaría? ¿Quién pondría el dinero? Del alcalde prefiero no decir mucho, sólo creo que se equivoca», declaró Ramírez en el brindis navideño celebrado en el Rico Pérez, al que acudió con Ortiz.