Llegó la hora de romper el silencio para Carlos Indiano. El futbolista que menos cuenta para Manolo Herrero y señalado por todos como una baja segura en el mercado de invierno expresó ayer, tras el entrenamiento en Fontcalent, sus discrepancias con el entrenador y su malestar por el trato recibido por parte del Hércules, un club que le ha hecho sentirse «como un jugador de Regional o Tercera». «He jugado en grandes equipos, he hecho cosas importantes. Aquí tienen muchas dudas sobre mi rendimiento y no me lo esperaba», añadió.

El madrileño se encargó de recordar que está temporada sólo ha disputado 51 minutos al tiempo que aseguró que lleva tres meses sin mantener una conversación con Herrero. El técnico dijo a finales de octubre que Indiano no se mostraba demasiado en los entrenamientos, algo con lo que el mediocentro discrepa: «Si eso se aplica es para toda la plantilla. Hay gente que no entrena toda la semana porque tiene molestias. Se aplica a determinados jugadores y a otros, no».

Si nada cambia Indiano tendrá que hacer las maletas en enero para dejar su plaza a David González. «No me he planteado mi salida. Tengo una espina clavada en el Hércules. Llegué a un vestuario en el que había compañeros con diferencias y me encontré con una lesión que me privó de demostrar mi fútbol. Esta temporada la situación no es cómoda. Si el club determina que me tengo que ir, espero que me lo comunique con tiempo», aseguró el mediocentro blanquiazul.

También echó en falta Indiano algo de cariño por parte del Hércules ante la situación que atraviesa a nivel personal. «El club me apoya lo normal, de forma cordial, sin más. Después de la lesión y de no jugar no he visto un exceso de ayuda. Sólo la gente con la que trato más, como los utilleros o el delegado, me transmiten ánimo. Saben que esto es difícil y que no lo merezco», concluyó el madrileño.