Después de cuatro empates el Hércules volvió a encontrarse con la victoria en su visita al Espanyol B (0-1), un triunfo que supone «una liberación para el vestuario» en palabras de Manolo Herrero. «Nos hemos quitado la tensión acumulada en los últimos encuentros. El equipo trabajaba y no conseguía ganar, así que ahora estamos todos muy felices», señaló el entrenador a la conclusión del encuentro en Barcelona.

El técnico banquiazul consideró que el Hércules no debió sufrir hasta el minuto final para asegurarse la victoria, que tuvo que obtener un marcador más amplío que el escaso 0-1 gracias al penalti transformado por Gato. Se repitió la tónica de los últimos partidos de los alicantinos, en los que hubo más juego que goles. «Ha sido una buena actuación, nos hemos sentido superiores al rival. Por ocasiones no tendríamos que haber sufrido hasta el último minuto. El equipo tiene personalidad y sabe lo que quiere. Cuando uno tiene fe y cree en lo hace acaba encontrando las victorias», consideró el jienense.

Durante el transcurso del partido Herrero temió que sucediera lo mismo que las últimas semanas y que el balón no encontrara la red del Espanyol B. «Si nos hubiera pasado lo mismo que contra la Pobla de Mafumet hubiera sido para volvernos locos. Es difícil encontrar un equipo que genere tantas ocasiones y tenga menos premio. Ojalá sea el inicio de muchos partidos de acierto de cara a puerta. Es lo único que nos falta en estos momentos», apuntó el técnico.

La principal novedad táctica de Herrero fue apostar por un trivote, formado por Yeray, Juanma Espinosa y Miñano, en detrimento de un mediapunta como Adri Cuevas. El entrenador se mostró especialmente satisfecho por el rendimiento de sus tres centrocampistas: «Han hecho un gran partido con balón y sin él. Han trabajado y cuando hemos dominado la posesión le han aportado criterio al juego. Estoy orgulloso con el equipo porque veníamos de una dinámica mala de resultados, que no de juego».

En último lugar Herrero expresó su satisfacción por el hecho de dejar sin marcar al Espanyol B, después de que los canteranos del conjunto barcelonés hubieran marcado doce goles en sus últimos tres partidos como locales. Chema puso el cerrojo y Gato el gol.