Los datos rara vez mienten y este año le dan la espalda al entrenador del Hércules, Manolo Herrero. Los cuatro empates consecutivos (todos por 1-1) ante el Eldense, Olímpic, Cornellá y La Pobla han dejado a los blanquiazules fuera de promoción y, lo que es más preocupante, a nueve puntos del líder Reus, que además ya ganó en el Rico Pérez.
Este Hércules de Herrero sale perdiendo en todas las comparativas posibles con el de Pacheta, con la importante salvedad de que, por el momento, la grada del Rico Pérez está satisfecha con lo que ve. Los blanquiazules son dominadores de los partidos, llegan mucho por las bandas, generan bastantes ocasiones y mueren en el campo rival, algo que no sucedía con Pacheta y que finalmente le costó el puesto. Pero las estadísticas son favorables al Hércules del año pasado.
Tras la disputa de 15 partidos, el equipo del técnico burgalés tenía tres puntos más que el actual, había marcado dos goles más y recibido tres menos. Y lo que es más importante, estaba segundo a sólo un punto del líder. Esa distancia es ahora de nueve y puede provocar que el Hércules se despida del objetivo de la primera plaza antes del parón invernal, algo impensable a principio de curso. Pese a que este Hércules juega más en campo rival, es más profundo y mete más balones en el área, la falta de gol sigue siendo la principal asignatura pendiente y en ese apartado los datos este año son aún peores. Mariano, fichado procedente del Racing, ha marcado dos dianas mientras que Portillo, que siguió porque tenía contrato en vigor, aún no se ha estrenado y acumula casi seis meses sin ver puerta, lo que le pone en el disparadero en el inminente mercado de enero.
Pese a que el Hércules de Herrero está decepcionando, la continuidad del jiennense aún no está seriamente cuestionada. El empate ante La Pobla dejó un sabor muy amargo, pero los dirigentes reconocen que el equipo generó las suficientes ocasiones claras como para seguir confiando en su método. Aún así, un mal resultado el próximo sábado ante el filial del Espanyol sí que le dejaría contra las cuerdas.
Respecto a su futuro, el andaluz afirmó lo siguiente nada más acabar el último partido: «Todo puede pasar, yo tengo muy claro que lo que mandan en el fútbol son los resultados».
Ayer tomó protagonismo en el campo de Fontcalent el director deportivo Dani Barroso. Se reunió durante 45 minutos con los capitanes Peña, Chechu Flores y Chema a las puertas de los vestuarios, sólo faltó Portillo que estaba entrenando ya que no fue titular el día anterior. Posteriormente hizo lo mismo con el cuerpo técnico al completo, formado por Herrero, su ayudante Lledó, el entrenador de porteros Balaguer y el preparador físico Portu. Barroso declinó realizar valoraciones al término de ambos cónclaves.
El principal reproche de algunos dirigentes es la escasa ambición mostrada por el Hércules con el marcador a favor. El 1-0 de Peña al filo del descanso puso el partido de cara y La Pobla no mostró hasta ese momento argumentos para darle la vuelta al marcador. Pero la intensidad blanquiazul no fue la misma y apenas hubo ocasiones hasta que, en el minuto 70, Emaná marcó de chilena. El 1-1 espoleó a los blanquiazules, que esta vez sí pisaron el acelerador. Encerraron al rival en su área y tuvieron tres ocasiones clarísimas por medio de Gallar, Portillo y Peña. Herrero ya se mostró molesto al término del choque cuando se le cuestionó por esta falta de ambición con el 1-0 y dejó claro que en ningún momento vio el partido peligrar, al tiempo que matizó que sólo el Barcelona es capaz de dominar los partidos durante 90 minutos y no siempre lo consigue.
