El técnico del Hércules Manolo Herrero tiene por primera vez a toda la plantilla a su disposición, sin sancionados ni lesionados. Tres meses han tenido que pasar para que el preparador blanquiazul pueda utilizar a los 20 futbolistas de la plantilla, por lo que deberá realizar cuatro descartes para medirse mañana a la Pobla de Mafumet en el Rico Pérez (18.00).
La recuperación del lesionado Rafita, que estaba de baja desde la tercera jornada, es la mejor noticia que podía recibir Herrero porque el lateral derecho es una pieza clave en su pizarra. «Es muy positivo que estén todos los jugadores disponibles, aunque ha sido una semana rara porque el césped artificial de Cornellá ha dejado con molestias a varios jugadores que apenas han podido entrenar», señaló ayer el preparador jiennense, quien se congratuló del regreso de Rafita: «Llevaba muchos meses al margen y por fin le vemos en dinámica de grupo». Aunque Herrero no lo hizo público, todo parece indicar que el lateral será uno de los descartes porque el cuerpo técnico considera precipitado que juegue mañana de inicio tras su largo periodo de inactividad. Herrero tampoco tiene a ningún jugador sancionado, aunque sí a cuatro apercibidos que podrían ver la quinta amarilla ante el Pobla: los centrales Atienza y Rojas, el lateral Paco Peña y el mediocentro Juanma Espinosa.
El técnico blanquiazul no lo quiso confirmar ayer, pero es probable que Portillo regrese a la convocatoria tras cuatro semanas fuera de ella, aunque la titularidad como referente ofensivo será para Mariano Sanz y es probable que Adri Cuevas ejerza de mediapunta. También puede haber novedades en el centro del campo, con la suplencia del canario Yeray, por lo que el doble pivote estaría formado por Miñano y Juanma Espinosa.
Herrero no desveló ayer sus intenciones, pero sí mostró su «rabia» por los tres goles encajados a balón parado en los cuatro últimos partidos. «No defender bien la estrategia nos ha costado cuatro puntos en los dos últimos partidos», comentó el técnico, en referencia a los empates cosechados frente al Olímpic de Xàtiva y el Cornellá. El preparador andaluz incidió en que han trabajado las acciones a balón parado «para, llegado el momento, prestar toda la atención posible», pero insistió en que al final se trata de una cuestión de concentración.
El técnico reconoció que los tres empates consecutivos «obligan» al Hércules a conseguir mañana la victoria ante la Pobla de Mafumet, y añadió que deben pensar que juegan contra el filial del Nàstic de Tarragona, «con buenos jugadores y uno de los clubes que mejor juegan a fútbol del grupo». «Es un equipo que está mejorando en el día a día, que empezó un poco dubitativo pero que se va asentando», explicó Herrero, que reconoció ser afín a la filosofía de juego del conjunto tarraconense.
Respecto al mediocentro David González, que regresará al Hércules en enero, Herrero se limitó a decir que no es algo que le preocupe porque debe centrarse en lo que tiene ahora. En este sentido, se refirió al centrocampista Carlos Indiano, a quien se apunta como posible damnificado si llega otro jugador en su posición. «Lo veo fastidiado, es normal. No lo sería que estuviera contento y feliz. Ha tenido la desgracia de que los jugadores de su zona no han tenido problemas físicos, y yo tampoco puedo negar que he tenido más confianza en sus compañeros que en él», concluyó Herrero.
