Ha sido una semana complicada para Carlos Indiano. El madrileño se llevó un duro golpe el pasado sábado tras conocer la alineación del Hércules en su visita al Valencia Mestalla. Todo apuntaba a que iba a ser titular ante la ausencia por sanción de Yeray González. Era el único mediocentro puro para sustituir al canario. Cuando lo normal hubiera sido un cambio hombre por hombre, Manolo Herrero apostó por otra fórmula, retrasando a Miñano junto a Juanma Espinosa y dando entrada a Portillo con Gato en la punta de ataque.
«Se le ha visto apesadumbrado esta semana, fastidiado. Esperaba jugar y al final no lo hizo. Le entiendo, todos quieren ayudar. El problema es que tengo 19 futbolistas en plantilla y solo pueden jugar los que creo que son los once mejores», señala Herrero sobre el estado de su jugador. «Lo suyo no es un problema de comportamiento. Lo que tiene que hacer es dejarse notar más sobre el terreno de juego. Me gustan los jugadores que llaman la atención, que no pasan desapercibidos. Quiero que tomen decisiones aunque se equivoquen», le anima un Herrero que empleó un curioso símil entre un burka y una minifalda.
Esta debe ser una campaña clave en la carrera de Indiano, de 27 años. Llegado al Hércules en el pasado mercado de invierno, sufrió una grave lesión en su tobillo al poco de aterrizar en la entidad blanquiazul, un percance físico que le ha tenido varios meses en el dique seco. Falto de ritmo en las primeras jornadas de este curso, ha ido contando con minutos con el paso de las semanas sin llegar a gozar de la plena confianza de su entrenador. Hasta el punto de que no fue titular contra el filial del Valencia pese a la ausencia de Yeray. También son varios los partidos que ha tenido que presenciar desde la grada, lugar al que podría regresar mañana en la cita con el Huracán en el Rico Pérez.
El fichaje del jugador madrileño fue una apuesta personal del director deportivo, Dani Barroso. Llegó al club tras lograr el ascenso a la Liga Adelante con el Albacete la temporada anterior. En el conjunto manchego no encontró minutos en el inicio del curso 2014/15. Así que aceptó la propuesta blanquiazul para regresar a la categoría de bronce. Llamado a ser clave ante la falta de creación en la medular del equipo que dirigía Pacheta, la lesión en el tobillo dio al traste con sus ilusiones.
Sin acabar de encontrar el tono físico, el madrileño es el cuarto mediocentro en la rotación de Herrero, por detrás de Yeray, Espinosa y Miñano. «Tiene que dejarse notar con y sin balón, aportar más», le espeta su entrenador ante la semana más difícil del curso para Indiano.
