La noticia más sorprendente llegó antes de que comenzara el propio encuentro. Manolo Herrero tomó la decisión de descartar a Javier Portillo por motivos estrictamente futbolísticos y el ariete vio el partido desde el palco. La última vez que esto sucedió fue hace dos años, en un partido de Copa de 2013 ante el Murcia, pero el precedente no es significativo porque en esta competición las rotaciones suelen ser habituales. Su compañero Mariano Sanz se había quedado fuera de la lista ante el Badalona y el Sabadell y Herrero consideró ayer que debía darle una oportunidad al benidormí a costa del cuestionado Portillo. «No creo que le haya hecho ningún favor (al madrileño), de hecho supongo que no le habrá hecho gracia quedarse en la grada. Mariano ha entrenado mejor esta semana y ese es el único motivo de la decisión», explicó el técnico de Andújar.

Portillo vio el partido desde el palco con el director deportivo Dani Barroso y ya en la segunda parte se unió a ellos el lesionado Rafita. Por su parte, Mariano Sanz volvió a tener protagonismo y jugó la última media hora, pero no se reivindicó. Errático y lento, no desahogó a sus compañeros ni aportó peligro.

Al margen de los delanteros, Herrero se congratuló por la tercera victoria consecutiva, pero reconoció que a su equipo le faltó «personalidad» para manejar el partido con el marcador a favor y en superioridad numérica. «Aparecieron el cansancio y la tensión y al final acabamos sufriendo. Cuando sólo tienes un gol de ventaja, los rivales te meten atrás aunque sea con una falta desde 50 metros. Al final su falta final acabó en el larguero y todos tuvimos el susto en el cuerpo. Pero en esa acción ellos también tuvieron tanta suerte porque era un centro que se desvió y casi acaba dentro», valoró Herrero.

El técnico de Andújar, por último, ensalzó el trabajo realizado por Chechu Flores en el lateral derecho: «Le vi francamente bien, nos ha aportado salida de balón por ese lateral, que lo necesitábamos, no porque Connor no lo estuviera haciendo bien, sino porque está muy limitado a pierna cambiada. Sabía que Chechu acabaría cansado y por eso lo puse atrás, donde puede dosificar mejor los esfuerzos».