Mientras el departamento que dirige Vicente Marzà en la Conselleria de Educación sigue deshojando la margarita sobre el mes en que ubicar los exámenes de recuperación, los padres de alumnos de los centros tanto públicos como concertados lo tienen más que claro y, además, coinciden en sus deducciones: los quieren tanto en julio como en septiembre, por partida doble.
Los representantes de ambas formaciones provinciales de padres de alumnos , que a su vez presiden las respectivas confederaciones a nivel autonómico, sostienen que si pensamos en los verdaderos protagonistas del sistema educativo, los alumnos, debe tenderse a darles el mayor número posible de opciones, en lugar de restárselas.
Ramón López, por parte de Covapa y de la Fapa Gabriel Miró, apunta que mantener los exámenes de recuperación de fin de curso como fijó la exconsellera María José Català, permitirá al alumnado contar con los profesores que les acompañan a lo largo del curso y que «lo suyo es repescar la recuperación de septiembre también si de verdad queremos que aumente el éxito en los resultados académicos».
Julia María Llopis, desde la federación Escuela y Familia y la confederación Concapa, corrobora que «si quieres ayudar a los alumnos debe haber dos fechas de recuperaciones, en julio para dar un último empujón a los que están a punto de aprobar y les faltan una o dos materias, y en septiembre para los que necesitan un mayor refuerzo educativo».
Sentido común
En los colegios concertados se encuentran con el hándicap de que el mes de julio no es lectivo para los docentes, por lo que los representantes de los padres ha decidido reunir firmas de forma que «algún día se pueda arañar» de un mes que está destinado a priori a hacer «memorias y programaciones sobre el curso, además de muchas tareas burocráticas para preparar el curso siguiente», como señala Llopis, la presidenta de la formación de padres.
Desde los centros concertados demandan en este sentido del conseller Marzà «que actúe con sentido común. Previamente se han hecho algunas cosas tan desproporcionadas que se lo han puesto en bandeja para salir airoso», opinan.
Los representantes de los colegios públicos abundan que «no es lo mismo disponer de tres meses por delante para recuperar las materias que no se han superado, que apenas quince días», en referencia a que las últimas recuperaciones adelantadas al mes de julio sólo resultan aprovechables para los alumnos a los que quedan una o dos materias, «que son los menos».
Al tiempo que solicitan duplicar las fechas de recuperación, instan al máximo responsable de la Conselleria de Educación a prolongar durante todo el año el acompañamiento de refuerzo académico implantado con el programa Éxit, que ya Marzà anunció que prorrogaría al último curso de Secundaria, en cuarto, porque ahora se limita a los alumnos de segundo y tercero.
«Durante el primer trimestre del curso los profesores pueden ver ya qué alumnos necesitan apoyo, e incluso deberían ampliarlo a las clases de Primaria. Además, los primeros días de julio, con una ratio por aula mucho más baja, los estudiantes podrían contar con sus profesores en el aula para reforzar conocimientos, con una tutela, porque muchas familias no pueden permitirse el coste de las academias en verano», subraya Ramón López.
Desde Educación reiteran que atendiendo a los resultados obtenidos por los alumnos los dos últimos años, y a cuestiones pedagógicas, se determinará cuándo se hacen las recuperaciones.
Los directores de institutos ya han realizado su propia estadística, en función de los resultados de las evaluaciones recabadas en julio los últimos años, y en septiembre con anterioridad. «No han cambiado sustancialmente, Aprueba un 8% del alumnado aproximadamente», destacan.
