El alcalde de Alicante Gabriel Echávarri quiere ver a Enrique Ortiz muy lejos del Hércules y ayer dejó claro que ya trabaja en la búsqueda de inversores que desembarquen en el Rico Pérez. El primer edil estimó que en un plazo de seis a ocho meses, el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) se hará con el control del club y del estadio a través de sendos embargos y entonces se pondrá a la venta este paquete por un precio de entre cinco y siete millones.

Echávarri deja claro que el estadio se vende junto al club porque el valor de la entidad actualmente «es cero». «No dejaremos que caiga en cualquier mano, queremos blindar que el Rico Pérez se destine siempre a uso deportivo», añadió. El alcalde, sus socios de Gobierno (Pavón y Bellido) y la concejala de Deportes (Montesinos) se reunieron ayer en el Ayuntamiento con el presidente del Hércules, Carlos Parodi, el vicepresidente, Valentín Botella, y el consejero Francisco Méndez.

Pese al importante mar de fondo que hay entre ambas instituciones, el cónclave duró 18 minutos y el único punto caliente que se trató fue el de la reforma del Rico Pérez. El club presentó los certificados de obras requeridos y el Consistorio comunicó que unos peritos municipales certificarán si las obras ascendieron a los 4,2 millones que figuraban en el contrato de venta del estadio, que dejó de ser municipal para pasar a manos de Ortiz por valor de 7 millones.

Al margen de la reforma de marras, Echávarri explicó en profundidad cómo pretende llevar a cabo el desalojo de Ortiz del Hércules. Según el edil, hay abiertos dos procedimientos que finalizarán con el embargo del Rico Pérez y del paquete de acciones mayoritario del club. El primero se fundamenta en el préstamo de 18 millones de euros no satisfecho (al IVF) y en el que el estadio figuraba como aval. Pero el inmueble pertenece a Aligestión, sociedad que ahora está en concurso de acreedores.

Respecto al embargo de las acciones, existen dos sentencias favorables al IVF, pero el Hércules ha recurrido ambas y ahora está en manos del Supremo. Echávarri estima que ambos procedimientos quedarán resueltos en un plazo de entre seis y ocho meses.

El alcalde socialista reconoció que no ha recibido ninguna propuesta en firme y que sólo le tanteó un inversor extranjero al que emplazó a volver a hablar cuando las sentencias fueran firmes.

Situación límite

El Hércules se encuentra en una situación muy delicada a nivel económico y la llegada de un inversor con más de cinco millones de euros bajo el brazo se antoja complicada. El club, intervenido por la Liga, debe 18 millones al IVF y otros 20 incluidos en el concurso. La situación es casi insostenible en el caso de continuar en Segunda B, ya que los ingresos televisivos brillan por su ausencia y, además, el apoyo de la masa social es menor. De hecho, sólo se han vendido 4.000 carnés de abonados este verano (un millar menos que el año pasado).

Echávarri se refirió también a la plataforma «Salvemos al Hércules», formada por exjugadores, y calificó su proyecto como «ilusionante». «Su proyecto deportivo es ambicioso, son profesionales que saben de qué va el tema, pero ahora falta que encuentren inversores», afirmó.

Más irónico en su respuesta fue el presidente Carlos Parodi al ser preguntado por estos exjugadores blanquiazules que claman desde hace un mes por la salida de Ortiz: «Al Rico Pérez no han venido a presentar nada, sólo acuden a menudo a pedir invitaciones para ver los partidos».