Un Hércules muy reconocible y plagado de titulares esbozó el fútbol que Manolo Herrero quiere para la nueva temporada. Los alicantinos pretenden construir un bloque que apueste más por la posesión y el buen fútbol aunque pueda perder parte de la contundencia defensiva del ejercicio anterior. Ayer, ante un Albacete más rodado, se intuyó un equipo que no renuncia al juego y busca más protagonismo en el centro del campo.

En la primera parte Iván Buigues se convirtió en el protagonista más destacado. El joven cancerbero volvió a demostrar que le va a poner a Chema difícil la titularidad. En especial en dos acciones ante Portu demostró sus reflejos y evitó el gol de los manchegos. En este periodo que finalizó con el empate inicial Miñano volvió a llevar la batuta en el centro del campo. Conectó con Gato y Nieto y de sus botas partieron las mejores acciones de los blanquiazules.

Justo es reconocer, pese a que estamos a inicios de agosto, que al juego del Hércules le faltó pegada. A lo largo de los 90 minutos sólo hubo tres acciones ofensivas destacables y en ninguna de ellas el meta rival tuvo que intervenir. Mariano, uno de los nombres del verano, demostró sacrificio por el equipo y presionó la salida de balón del rival pero, como a su conjunto, le faltó remate.

El Albacete, que ya finalizó en muy buena línea la temporada pasada, demostró ser un equipo más hecho. Los manchegos también disfrutan con el balón en los pies y en fases del partido fueron superiores en el juego por bandas. Fue en el inicio de la segunda parte cuando más se notó la diferencia de categoría. Aunque la igualdad se rompió por un penalti. Rafita desequilibró a Cidoncha y Jona transformó la pena máxima llevando a la memoria de los alicantinos la pesadilla que vivieron en el Carranza.

El gol hizo daño a los herculanos y fue cuando el conjunto de Luis César Sampedro lo aprovechó para anotar el segundo tanto al finalizar un rápido contragolpe con un remate de Cidoncha a puerta vacía. Fue entonces cuando Manolo Herrero decidió realizar diez cambios a la vez, retirando a los teóricos titulares y dando entrada a todos los canteranos. Tan solo Chema y Portillo de los convocados no jugaron ningún minuto.

Las jóvenes promesas mantuvieron el tipo y lograron que ya no hubiese más goles en el partido. Dani Barroso siguió muy atento desde la grada la evolución de los canteranos que luchan por conseguir una de las seis fichas sub'23 que tendrá el primer equipo. También el Albacete realizó el típico carrusel de cambios y el encuentro bajó en fútbol e intensidad. De nuevo Iván Buigues, con dos acertadas salidas, demostró que no le viene grande la portería del equipo blanquiazul.

El Hércules cierra así el segundo test de pretemporada demostrando que busca un conjunto que se adapte al Rico Pérez y logre mejorar los resultados como local que le lastraron en la campaña anterior. Futbolistas como Yeray, Juanma, Nieto, Gallar, Gato o Mariano dejaron pinceladas pero es evidente que aún les queda un largo camino hasta el inicio de la Liga para ofrecer su mejor nivel. El próximo partido será el miércoles en Oliva ante el conjunto árabe entrenado por García Plaza.