Lo primero es conocer su estado físico, ¿cómo se encuentra?
No tengo las mismas sensaciones que si entrenara con mis compañeros pero también son buenas. Trabajo por mi cuenta, hago mucha bicicleta para estar a su nivel. Cada día me encuentro mejor de la lesión en el dedo del pie y en breve espero estar con el grupo.
¿Ha olvidado ya la derrota sufrida contra el Cádiz?
Soy una persona que no está en las redes sociales y eso me ha permitido desconectar. Ya expresé lo que sentía en su momento. Sufrimos mucho todo el año y en el partido más importante nos sentimos perjudicados. A veces te equivocas en las palabras, en lo que dices a los árbitros. Ellos tienen que ver que nos jugamos mucho y ser conscientes de que es nuestro trabajo.
¿Acabó decepcionado con el resultado del pasado curso?
No diría decepcionado. Fue un cúmulo de circunstancias, un año muy complicado desde el principio por las lesiones, por compañeros que no estuvieron a su ritmo, a su nivel. La mayor decepción fue el partido contra el Nàstic. Queríamos ser líderes y nos golearon en el Rico Pérez. Fue un momento difícil, del que hubo que sobreponerse.
¿Le pudo la presión al equipo?
Eso es algo que va con la persona. En el fútbol hay que estar en las buenas y en las malas. Nosotros tenemos que soportar la presión de un club grande de Segunda B, saber manejar todo esto. Soy de los que disfruta compitiendo. No me gusta entrenar, sólo lo hago para mantener la forma.
Ahora quieren que sea uno de los capitanes de la plantilla...
Ya lo fui siete años en el Girona y tres en el Tenerife. Pienso que el compañerismo está por encima de todo en el vestuario. Si creen que debo ser capitán, ayudaré en todo lo que pueda. Y si no lo soy, haré lo mismo. Llevar o no el brazalete no cambia nada.
¿Le gusta asumir galones?
Me gusta asumir el papel de líder, no me puede la presión. El primero que reconoce cuando juega mal soy yo. Tengo la conciencia tranquila e intento dar lo máximo. A la hora de jugar, de pedir el balón, he demostrado que no me escondo.
Este verano el club ha apostado por fichar a gente con experiencia para buscar el ascenso...
En esta categoría es muy importante, sobre todo en el playoff, contar con gente de nivel, que sepa lo que hace sobre el terreno de juego. La temporada regular también es dura, nuestro grupo es el más complicado. Va a ser difícil y tenemos que empezar bien desde el inicio, no como el año pasado, y ser fuertes en casa.
¿Por qué cree que se han cambiado tantas piezas de ataque?
Es algo que me sorprende, porque el equipo encontró su dinámica de juego a final de temporada. Éramos un conjunto competitivo, nadie quería enfrentarse contra nosotros en el playoff. El director deportivo y el entrenador han creído conveniente no contar con jugadores que han sido importantes, como Javi Casares. Durante el año no estuvo al nivel que se esperaba pero al final rindió bien. Adrià Granell pasó toda la temporada lesionado... Son futbolistas válidos y esta temporada lo demostrarán en sus clubes.
Sus nuevos socios son jugadores como Manuel Gato o Miguel Ángel Nieto...
Son compañeros nuevos a los que aún no conozco. Por lo que voy viendo en los entrenamientos ya me hago una idea de sus características. Tengo ganas de trabajar con el grupo. Los veo desde fuera mientras corro y siento mucha envidia. Lo primero es recuperarme de la lesión en el dedo.
¿Le da confianza que continúe la misma defensa?
Es importante que la línea de atrás no se toque. Ofrecieron un buen rendimiento la campaña pasada y lo normal es que sigan. A falta de saber lo que pasará con Álex Muñoz los cuatro de atrás nos dan mucha seguridad. En esta categoría mantener la portería a cero es de lo más importante.
¿Qué opina sobre Manolo Herrero como entrenador?
Tiene las cosas muy claras, una idea de ver el fútbol determinada y no la cambia por nada, independientemente del campo en el que juguemos. Sabe lo que quiere y ha pedido fichajes para tener el balón, ganar profundidad y llegar por bandas. El año pasado vino tarde y este nos va a ir mejor con él en el banquillo.
Casi no hemos hablado del objetivo del ascenso...
Es un reto a nivel colectivo y personal. Se ha hecho el equipo sin precipitación. La dirección deportiva ha tenido tiempo para fichar. Se tiene que notar que se ha trabajado durante el verano, hay que ascender. No concibo llegar al playoff y que no subamos. Lo sabemos y en el vestuario entrenamos para ello. Hay que competir día a día porque el primer objetivo es acabar líderes en Liga.
¿Le sorprendió su rendimiento en su debut herculano?
Sabía lo que podía dar, venía de hacer buenas temporadas en el Tenerife. No me convencieron las ofertas que recibí de Segunda y al Hércules llegué tres semanas tarde. La preparación no fue la misma, me costó un poco arrancar, cargar las piernas. Al final acabé bien en el último tercio de temporada, que es lo importante.
¿Está contento en Alicante?
Mi novia es de un pueblo de la Vega Baja, así que aquí me encuentro perfecto. Mi idea es continuar en el Hércules e intentar ascender al equipo. Estoy contento con el trato recibido, con el cariño de la gente y con el apoyo de directivos y compañeros.
Tiene 33 años, ¿le queda mucho fútbol en las piernas?
El fútbol es el que te abandona a ti. Mientras esté en clubes de este nivel y en estas categorías voy a seguir disfrutando. Lo importante es encontrarse bien sobre el césped. Ahora me siento mejor que cuando tenía 20 años.
