Manolo Herrero, entrenador del Hércules, ha apuntado hoy que las estadísticas del equipo en los partidos como local evidencian que a la plantilla le pesa jugar en el estadio Rico Pérez y ha calificado de "lapidarios" los malos números del conjunto alicantino ante su afición.

El Hércules solo ha ganado cinco de los dieciséis partidos que ha disputado como local en la presente Liga y el técnico ha admitido que son guarismos pobres para un equipo de la entidad del alicantino, que cayó la última jornada ante el Alcoyano (0-2).

Herrero ha admitido que el revés ante el Alcoyano ha sido "una sorpresa negativa" porque ha llegado en un momento en el que pensaba que el equipo iba a más después de encadenar tres triunfos seguidos y ha apuntado que el estado anímico de la plantilla ha quedado bastante tocado.

Ha reconocido que tampoco puede catalogar como un accidente la derrota contra el Alcoyano porque "se ha repetido bastante a lo largo de la temporada" en los partidos en el Rico Pérez.

No obstante, Herrero ha confesado que "no esperaba lo del otro día", aunque ha abogado por "no darse por vencido" porque entonces no conseguirán "nada".

El técnico, en cualquier caso, ha admitido que si el Hércules repite actuaciones como la que llevó a cabo ante el Alcoyano sí que tendrán complicado alcanzar los objetivos marcados o ganar este domingo al Lleida.

"No me doy por vencido", ha asegurado Herrero, que ha añadido: "confío en que el equipo va a reaccionar" y ha informado de que no preparara muchos cambios en la alineación para afrontar el choque frente al conjunto ilerdense porque tampoco quiere crear "un clima que desoriente" a los jugadores.

En este sentido, ha opinado que Javier García Portillo y Juan Quero, futbolistas a los que sustituyó en el descanso del partido frente al Alcoyano, no se deben sentir "señalados" porque "posiblemente hubiera tenido que cambiar a los once jugadores", ha dicho.

Herrero ha comentado que no tiene claro aún si dará la titularidad al centrocampista David González porque aún tiene "miedo a que pueda lesionarse" tras acumular sólo dos semanas de entrenamiento con el Hércules y lo considera "tan determinante" que prefiere contar con él "en los momentos más decisivos", en la segunda mitad.