«Vi a una señora mayor caer al suelo y lesionarse la rodilla. Y a un chico (del Hércules) con la boca partida», detalló en su declaración el gerente del pub, testigo de la revuelta.

El empleado del local añadió que vio otras personas heridas, entre ellos «un chico con un corte profundo en un brazo producido por una de las patas rotas de una mesa de la terraza» y «otro individuo con una ceja rota».

El parte policial detalla, por su parte, las diversas persecuciones que acabaron con la detención de media docena de hinchas radicales del Elche en diversos puntos del centro de Alicante.

En una de ellas, que aconteció en la plaza de San Cristóbal, un policía detuvo a un joven ilicitano «con el rostro lleno de sangre, portando un cinturón enrollado con la hebilla colgando, que arrojó al suelo mientras gritaba: «Me han pegado».