Pese al mal trago vivido en las últimas semanas, Manolo Alfaro califica como «buena» la experiencia en el fútbol boliviano. «En la vida hay que adaptarse a todo, te vas haciendo fuerte como entrenador y vas viendo que no todo es deportivo en este mundillo, hay muchas más cosas extradeportivas que lo afean. Tengo pasión por el fútbol y me gustaría que todo se midiese por el rendimiento, pero en realidad hay tantos intereses y tanta gente opinando que esto se estropea», indicó. Alfaro desveló que hace unas semanas el equipo se vio obligado a salir escoltado del estadio tras cosechar una derrota como local, circunstancia que llevó a la Policía a llevarles en un furgón a sus casas. «Un grupo de jóvenes me esperaba en la urbanización para amenazarme. Después de un partido, había otro grupo esperando a jugadores para pegarles. Así que nos metieron a todos en un furgón policial y nos llevaron a casa», explicó el exfutbolista herculano.