Quique Hernández siempre se ha mostrado escéptico a la hora de analizar el mercado de fichajes. Ayer no fue una excepción. Tras conocer oficialmente que Samuel había consumado su cesión al Alavés, el entrenador del Hércules expuso su teoría: «Me he hecho a la idea de que no va a venir nadie», indicó anoche en el programa 'Tribuna Alta' de Radio San Vicente. «Entiendo la situación, no me quejo, la escena económica es la que es y hay que amoldarse a lo que toca».

Finalmente, en una carrera contrarreloj, el Hércules perdió el paso para fichar a Samuel. La oferta del Alavés, que había aceptado pagar cerca de cien mil euros al Celta por la cesión hasta junio, resultó decisiva. Pese a ello, el club alicantino estuvo tocando a la puerta de Samuel, del Celta y del representante del jugador, Mario Parri, hasta mediodía de ayer. El futbolista ya había viajado a Vitoria y la insistencia de Parodi cayó en saco roto.

Los presagios de Hernández no coinciden, sin embargo, con los de la directiva. Parodi considera que hasta el día 31, fecha en la que se cierra el plazo, podría suceder algo. Del mismo modo, el vicepresidente, Valentín Botella, se parapeta en las posibilidades que ofrece el mercado durante las últimas horas del último día, con ofertas que resultan impensables a estas alturas.

Sin ir más lejos, el mismo Botella mantuvo ayer una conversación con Ángel Torres para conocer las pretensiones económicas de Albert Lopo, un central con caché pero prescindible para el Getafe. La exposición de su nómina le descartó de manera inmediata. Entretanto, la opción de Coeff mantiene el cartel de 'complicada' atendiendo a las exigencias económicas de la LFP por tratarse de otra cesión de Quique Pina.