Pocos jugadores de Segunda pueden presumir del currículum de Quique de Lucas. Atrás quedaron los años de vino y rosas en el Espanyol, Paris Saint Germain o Chelsea, pero la ilusión permanece intacta en este fino mediapunta de 35 años que llegó al Hércules el pasado verano con un contrato por una temporada con opción a otra segunda en caso de ascenso.
¿Qué valoración hace de sus primeros meses en el Hércules y en Alicante?
Es pronto todavía para decirlo, aún estoy conociendo el club y la ciudad. Ahora me centro en entrenar mucho para estar lo mejor posible cuanto antes.
Llegó al Hércules a última hora y sin realizar pretemporada. ¿Está ya más cerca del nivel deseado?
Cada vez me encuentro mejor, ahora tengo que trabajar la velocidad y la explosividad. Mis compañeros tienen más ritmo, pero eso no es excusa.
En los partidos se le ve a menudo pasado de revoluciones y con muchas ganas de agradar...
Es que hay muchas cosas que hacer y yo soy el primero que quiere ayudar. Estamos en un momento complicado y basta con echar un vistazo a la clasificación para darse cuenta, debemos mejorar e incidir en aspectos básicos del juego. Personalmente, tal vez quiera hacer muchas cosas en el tiempo que estoy en el campo y eso derive en una hiperactividad que a veces no ayuda.
Es innegable que el Hércules está inmerso en una dinámica negativa en la que los rivales le hacen daño con muy poco y, en cambio, a su equipo le cuesta un mundo ver puerta...
Es verdad que tenemos oportunidades que no están entrando, pero el acierto va y viene y eso no me preocupa. Como decía antes, lo importante es mejorar e incidir en aspectos básicos.
¿Uno de estos aspectos es el repliegue de todo el equipo cuando toca defender?
Ése es un análisis muy limitado, al final el repliegue se puede hacer hacia adelante o hacia atrás, lo importante es conocerse bien. También hay que estudiar el «timming» de la presión y otras muchos aspectos.
Quique Hernández ha confeccionado 10 alineaciones diferentes en los 10 primeros partidos. ¿Qué le dice eso?
No soy quién para opinar de eso, el técnico elige cada semana a los que considera mejores para ganar.
Usted ha conocido muchos vestuarios en su carrera. ¿Qué le parece el de este Hércules?
Es un vestuario en fase de crecimiento, con mucha gente nueva y compañeros que hablan otros idiomas y tienen otras culturas. Hay que encajar ese puzzle y debemos hacerlo con una velocidad más. Pero la velocidad no va siempre acompañada a la precisión después en el campo.
Tras las derrotas en Huelva (2-0), Ponferrada (5-1) y Vitoria (3-1), ¿considera que el Hércules tiene algún problema añadido cuando juega como visitante?
Yo creo que no, simplemente que los rivales te aprietan más porque están apoyados por su afición. Por ejemplo, en Vitoria jugamos media hora muy buena, pero tenemos que aprender a encajar mejor los golpes que recibe el equipo en los partidos.
Usted fue el único jugador del Hércules que acudió voluntario a declarar la semana pasada tras ser requerido por la Liga...
Vengo reivindicando la imperfección de la Liga desde que los clubes se pueden acoger a la situación concursal. En mi caso, yo soy acreedor de dos clubes más y juego en un tercero. Que me explique el presidente de la Liga qué hago si en un partido me estoy jugando el descenso con un club que me está pagando. Ya no vale eso de que juegas para el equipo que te paga porque a mí ahora me pagan tres. En ese sentido fue mi declaración, quería dejar claro que este sistema no es válido.
Se supone que la AFE defiende a los jugadores...
Sí, pero este sindicato tiene unas limitaciones brutales todavía. ¿Cómo puede ser que la FIFA te deje fichar por un equipo seis meses antes de que acabe la Liga? ¿Y si después te juegas las habichuelas con ese equipo a final de temporada? Habría un conflicto de intereses brutal.
