Los mentideros futbolísticos registraron en la recta final de la pasada temporada una coletilla que, medio en broma medio en serio, no tardaba en aparecer a modo de sentencia en todo coloquio que versara sobre la batalla que se libraba por evitar el descenso en Segunda. «Lo fundamental», venía a decir el repetitivo comentario general, «es quedar por encima del Huesca puesto que ya se encargará Tebas de borrar del mapa a tantos rivales como haga falta para que 'su' equipo no baje a Segunda B».

Atendiendo a tal maledicencia cabría agregar ahora que el presidente de la Liga de Fútbol Profesional está apretando el acelerador para llegar a tiempo y poder seguir viendo al equipo que presidió en el pasado jugando partidos de la Liga Adelante en El Alcoraz, a tiro de piedra de su imponente chalet en el Alto Aragón.

A estas alturas de partido, lo que se presentó como una aplaudida y necesaria misión para combatir el fraude en el fútbol cuando Javier Tebas accedió a la presidencia de la LFP, se ha convertido en una burda cacería, con un objetivo fijado, el Hércules, al que se pretende abatir de la forma que sea.

El problema no es que haya optado por poner el ventilador en marcha para hacer ruido filtrando el informe de la LFP sobre el «caso Abraham Paz» al sospechar que la investigación policial se inclina por archivar el asunto; lo verdaderamente grave es que se utilice la estrategia con torticera interpretación del diálogo entre los entrenadores Quique Hernández y Lluís Carreras para meter en el saco de los amaños el partido Hércules-Sabadell que, ni de lejos, aparece manchado.

La conversación textual entre Hernández y Carreras (que aportó grabada el técnico del Sabadell al informe de la LFP y que ayer reprodujo textualmente el diario Marca) refleja sin ningún género de duda las honestas intenciones de Hernández, quien pone en conocimiento de su homólogo arlequinado las maniobras de Abraham Paz para recibir dinero procedente de Alicante por ganar a los rivales directos del Hércules (Huesca y Murcia). En ese contexto, con ese hilo conductor (ofrecimiento para obtener primas por ganar de un tercero -otra cosa es lo que pueda sospechar acerca de su actitud si no recibía lo que pedía-) transcurre el diálogo telefónico que culmina con dos preguntas de Carreras y dos respuestas de Hernández que aclaran el entuerto: Arrojan luz para quien busca la verdad y ofrecen líquido venenoso para quien, interpretándolas a su conveniencia, busca la culpabilidad a toda costa. A saber:

Carreras: ¿Y en vuestro partido (pregunta el técnico catalán por el papel que interpretó Abraham Paz en el Hércules-Sabadell que acabó con victoria herculana por 3-1).

Quique: Yo me lo imaginé, yo no sé, yo no tengo pruebas de que se haya vendido, contesta el entrenador herculano.

Basta seguir el hilo conductor de la conversación para constatar que Hernández responde pensando que Carreras le está preguntando si considera que Paz buscó primas de terceros para ganar al Hércules en el Rico Pérez. Sin embargo, el hecho de que el informe de la LFP incluya en sus sospechas de amaño el Hércules-Sabadell conduce a creer que Tebas se ha inclinado por otra interpretación: la de que Paz jugó para perder en Alicante, dato que conviene a su denuncia.

Mayor evidencia, a favor de la honestidad de Hernández y la inocencia del Hércules, aparece en la respuesta inmediatamente posterior del entrenador de Anna. Carreras insiste:

¿En vuestro partido no?

Y Hernández, de forma espontánea, prosigue relatando el «modus operandi» de Paz reclamando al Hércules las primas por ganar:

¿Y llamas pidiendo pasta (antes del partido Sabadell-Huesca) y pierdes, y vuelves a llamar (antes del Murcia-Sabadell). Buah. Es un hijo puta, pero bueno es lo que yo pienso solo.

El recorrido de Tebas, que ya condenó por su cuenta semanas atrás al Hércules atendiendo a un informe de una casa de apuestas, prosigue en el desesperado intento de sacar la punta que le conviene al 'caso Abraham Paz'. Ha llegado lejos el presidente de la Liga, tanto que debe tener asumido que si no consigue hacer sangre con el Hércules la que puede correr es la suya. De momento, el proceder empleado se ajusta más a una obstinada obsesión que al intento de hacer justicia. Si es esto último lo que pretende, podría abrir el abanico para investigar el encuentro que el Sabadell disputó ante 'su' Huesca, que también se menta en el diálogo aireado sin que el informe alargue por ahí la sombra. Puede que ése no le interese.