Cristian Sapunaru ha dejado al Elche compuesto y sin lateral. Al menos de momento. La mujer del defensa rumano dijo «no». Ni los 3.100 kilómetros que separan Bucarest de Elche, recorridos en dos días por la pareja en su vehículo particular, sirvieron para que el exjugador del Real Zaragoza convenciera a su señora de que la oferta del equipo franjiverde es la mejor que tiene sobre la mesa, que su deseo es seguir jugando en la Liga BBVA y que ni se ha planteado regresar de momento a la liga de Rumanía como ella insiste siempre que puede.

Tampoco una noche a la luz de la luna, con el Palmeral de Elche como testigo, sirvieron para convencerla de que la banda derecha del estadio Martínez Valero puede ser la de los éxitos de su cónyuge, como la pasada campaña fue la de La Romareda hasta Navidad. Luego, llegó el hundimiento del equipo maño, que arrastró a todo el equipo dirigido por Manolo Jiménez a Segunda.

Ahora, se confía que en el viaje de regreso, el poder de convicción de Sapunaru sea mayor y que pueda cambiar la opinión inicial de su acompañante. Ayer por la noche hicieron una parada técnica en Barcelona, que durará dos días, antes de seguir camino hacia su país, y el futbolista llamó al Elche pidiendo «unos días de reflexión». Su intención es la de convertir el «no» categórico de su señora, en un «sí», que satisfaga los deseos del jugador, su representante y de la entidad ilicitana.

Un puesto clave

Por una cosa o por otra, el Elche sigue sin concretar el fichaje del lateral derecho que buscaba para hacer competencia a Damián Suárez. Un puesto que se considera vital, dado que el uruguayo no podrá empezar la Liga por sanción y se necesita lo antes posible un jugador en esa demarcación que se adapte al estilo de Fran Escribá. Damián se pierde los tres primeros partidos, en los que el Elche debe medirse a Rayo Vallecano, Real Sociedad y Almería.

Cristian Sapunaru, que la pasada campaña militó en el Real Zaragoza, era el elegido para esa posición. Los informes presentados por el director deportivo Antonio Prieto, que lo conoce del equipo maño, donde coincidieron, eran magníficos, pero ayer por la mañana el futbolista dio marcha atrás y no firmó el contrato que le iba a vincular a la entidad ilicitana para las tres próximas campañas, como en principio habían acordado tanto el jugador, como su representante en España Ángel Castells y el propio club ilicitano.

Negociaciones casi cerradas

La operación prácticamente estaba hecha, el defensa había viajado desde Rumanía en su coche particular junto a su mujer, que tiene miedo a volar en avión, para conocer la ciudad ilicitana. Incluso desde el club franjiverde se pensaba que ayer por la mañana se iba a incorporar a la pretemporada del equipo en San Pedro de Pinatar. Pero, en la noche del martes no se cerró del todo la operación y, ayer por la mañana, decidió regresar a su país alegando unos problemas personales de su mujer. Ya en la entidad ilicitana sorprendió que viajara hasta Elche con el contrato sin enviarlo antes rubricado, pero su deseo no era otro que el de intentar convencer a su esposa de seguir en el fútbol español y más concretamente de fichar por el Elche.

Al parecer, ella desea vivir en Rumanía y no ve con buenos ojos salir de su país. Sapunaru ha intentado convencerle sin suerte hasta ahora, aunque ha pedido al Elche unos días de margen. El futbolista, de regreso a su país, paró en Barcelona, en la que permanecerá un par de días para no hacer el desplazamiento de golpe, y durante ese período tratará de convencer a su señora que la opción del Elche le atrae y quiere seguir en la Liga BBVA. Su representante hablaba de un «período de reflexión» y dejaba claro que no existe ningún club detrás. «El hecho de que viajara en coche desde Rumanía corrobora que su intención era fichar por el Elche», insistía. Se confía en que el problema personal se resuelva lo antes posible y Cristian Sapunaru termine fichando por el equipo ilicitano. Mientras tanto, el Elche busca otro lateral en el mercado.