Al término del encuentro disputado en Santander, Edu Bedia juró y perjuró que no sólo no había firmado nada con otro club sino que tenía intención de sentarse en una mesa con representantes del Hércules para entablar negociaciones sobre su renovación. Sin embargo, el cántabro no negó la existencia de una puerta que se le entreabre en la capital de España a través del Castilla, filial del Real Madrid, que ya le ha puesto una alfombra para ingresar en Valdebebas.

Bedia insistió en que antes de tomar cualquier decisión definitiva se sentará a conversar con el Hércules. "Tanto el club como la afición y la prensa de Alicante han tenido un comportamiento excelente conmigo, así que voy a escuchar al Hércules antes que a nadie", señaló el centrocampista en los pasillos de El Sardinero, al tiempo que se mostró firme a la hora de subrayar que el año pasado "tardé mucho" en encontrar acomodo y esta vez no está dispuesto a "repetir" experiencia. "En breve quiero dejarlo todo atado", puntualizó.

En cualquier caso, la esperanzas herculanas depositadas en la renovación de Bedia se diluyeron como azucarillo durante el fin de semana en Santander. En el hotel Palacio del Mar, lugar de concentración del Hércules, corrió como la pólvora el interés del Castilla por el futbolista cántabro, pese a tener constancia, tanto a través del jugador como de su agente, Eugenio Botas, que no había nada firmado con otro club. De hecho, Botas hizo acto de presencia en el vestíbulo del hotel a mediodía del sábado para entrevistarse con el vicepresidente, Valentín Botella, y con el entrenador, Quique Hernández.

En esa reunión, el agente insistió en que mantenía su palabra de conversar con el club alicantino sobre el futuro del futbolista antes de concretar ninguna otra oferta (además del Castilla, el Córdoba también se mostró interesado en el fichaje).

En ese sentido, Botas emplazó a Hernández y a Botella a un nuevo encuentro en las oficinas del Rico Pérez la próxima semana.

Pese a esa intención, el Hércules ve "señales externas" que dejan al cántabro más fuera que dentro de la entidad. Entre ellas figura el hecho de que Bedia haya entregado ya las llaves del piso que compartía con Adrián Sardinero, dato que en el seno del club alicantino se asume como el paso previo al adiós.

Sea como fuere, al agente del futbolista ya le consta cuál va a ser el modus operandi de este nuevo Hércules que contará con Quique Hernández como mánager general. La idea es ofrecer fichas de perfil bajo, sazonadas con premios extra que llegarían en concepto de objetivos ambiciosos (clasificación para disputar la promoción y ascenso directo a Primera).

A fuego lento

Ante ello, Hernández ya dejó caer durante la rueda de prensa post-partido en El Sardinero que prevé pocas novedades en concepto de altas o prolongaciones de contrato en los próximos quince días. De las palabras del técnico se deduce que serán varios los futbolistas que no respondan o aplacen su respuesta ante la propuesta inicial del Hércules, a la espera de buscar mejores condiciones por el mercado.

En todo caso, en el club alicantino se pretende marcar una línea que, además, viene forzada por la situación económica y las directrices acordadas en el proceso concursal.

Antes que nada, entre hoy y mañana está prevista la firma del nuevo contrato que sellará la renovación de Quique Hernández por espacio de dos temporadas. El técnico valenciano, que se quedará este año sin vacaciones, comenzará acto seguido a planificar la campaña realizando las primeras ofertas de renovación de algunos de los jugadores del plantel herculano con los que se cuenta para el futuro.

Aunque Hernández no se ha definido sobre qué futbolistas de la plantilla tiene en su lista para negociar su continuidad, se dan por seguros varios nombres. Sin ir más lejos, en defensa se pretende seguir contando con dos de los cuatro titulares de la segunda parte del campeonato (David Cortés y Noé Pamarot). Los dos tienen buena predisposición para seguir en Alicante, mientras que el capitán Paco Peña renovó por una temporada al cumplir su cláusula de partidos.

Del mismo modo, también se ve con buenos ojos la renovación de Toti, un jugador que ha mejorado rendimiento a las órdenes de Hernández, al igual que Javito, cuyo rendimiento ha convencido y goza de la total confianza del técnico valenciano.

En principio, también el portero suplente, Juan Carlos, cuenta con la bendición técnica para prolongar el contrato que acaba a finales de este mes.

Moisés, Jesús Paredes y Balaguer continúan

En el cuadro técnico seguirán los que están al lado del entrenador en esta última época. Quique Hernández ya dejó claro en la negociación que su continuidad iba atada a la de Jesús Paredes, preparador físico y hombre de máxima confianza del entrenador de Anna. El preparador valenciano desea seguir contando, asimismo, con Moisés García León como segundo técnico. La confianza de Hernández se prolonga, asimismo, hacia Balaguer, entrenador de porteros. Hace meses se contempló en posible regreso de Javier Falagán para desempeñar ese cargo, pero Hernández ha querido premiar el trabajo realizado en los momentos duros por el equipo que le ha acompañado.