En el cementerio londinense de Highgate, a pocos metros del lugar donde reposa Karl Marx, una lápida pone nombre a los restos que yacen en su interior: Alejandro Finning Garea (Águilas, 11 de julio de 1894-Londres, 26 de marzo de 1954). Pocos, incluso en Alicante, conocen que el tal Finning fue el primer entrenador que tuvo el Hércules o, al menos, el primero que fue inscrito como tal en el registro federativo allá por 1931, cuando Vicente Pastor "El Chepa", fundador del club alicantino, continuaba supervisando todas las áreas de ese equipo que ya comenzaba a atraer la atención por la zona.

Desde aquel día hasta hoy han pasado noventa técnicos distintos por el banquillo herculano, en la actualidad ocupado por Quique Hernández, quien está a cinco encuentros (poco más de un mes) de convertirse en el entrenador que más veces ha dirigido al Hércules rompiendo la mítica marca de Arsenio Iglesias con 162 encuentros dirigidos.

Finning fue jugador, árbitro, entrenador y directivo de fútbol. Todas estas actividades, compartidas con su otra gran pasión -el hockey, deporte del que también fue uno de los impulsores- las desarrolló en Alicante durante los años previos a la Guerra Civil.

De padre inglés y madre española, Finning nació en Águilas, enclave del comercio hispano-británico, y poco después se trasladó a Alicante. Mientras varios de sus primos ingleses morían en la Primera Guerra Mundial, él disfrutó en la "terreta" de la estabilidad familiar en sus años de infancia.

Junto a sus amigos comenzó a jugar al fútbol en el Lucentum FC. Muchos de estos jóvenes deportistas, años después serían personas célebres del ámbito de la política, los negocios, la medicina o el deporte.

En 1919, Finning se convirtió en uno de los fundadores de la Federación de Fútbol de Levante. Durante una reunión de los futbolistas alicantinos en los altos de la cervecería "Maison Dorée" -en la calle Mayor-, cuajó la idea de José Agulló Asensi para constituir la Federación Levantina. Posteriormente, en otra cita en el Real Club de Regatas -en su salón árabe-, los fundadores firmaron los reglamentos de constitución que luego presentarían en el Gobierno Civil, sito en la calle San Fernando. Fueron doce fundadores: Ocho por Alicante, y un representante por Murcia, Águilas, Cartagena y Valencia. Entre ellos, Alejandro Finning, quien posteriormente fue directivo del Club Natación Alicante -el equipo 'top' de la ciudad en los años 20 que posteriormente cedió el testigo al Hércules-.

Finning siguió involucrado con el fútbol, actividad que alternó con el hockey mientras se desempeñaba laboralmente como contable para la empresa Hawes y Cía, importadora de bacalao.

Otra de las facetas que le fascinó fue el arbitraje. En los años 20, el hispano-inglés se labró buena fama en la ciudad alicantina. En la hemeroteca consta un buen pellizco de referencias a sus actuaciones arbitrales, si bien en una carta publicada en el Diario de Alicante el 20 de agosto de 1925 anuncia que colgaba el silbato hastiado por alguna crítica que considera desmedida.

Una vez desvinculado del arbitraje surge en Finning la pasión por entrenar. Así, en la temporada 1931-32, el hispano-inglés se convierte en entrenador del Hércules, club que compitió esta temporada en el Campeonato Regional murciano.

Ese año, el hispano-inglés pasaba a figurar como el primer entrenador en la historia del club, si bien, cabe puntualizar que se trata de una época dominada por el deporte amateur, de ahí que puedan admitirse matices (es sabido que el Chepa realizó labores de utillero, delegado y posiblemente responsable de hacer alineaciones, aunque la historiografía herculana ha colocado durante décadas a Finning el primero en la lista).

Bajo sus órdenes, el Hércules jugó la promoción de ascenso frente al Nacional de Madrid: Empató (1-1) en La Florida y perdió el partido de vuelta después en la capital de España (5-2).

En la temporada 1932-33 el conjunto herculano decide contratar al entrenador inglés Walter Harris para el Campeonato Regional, por lo que Finning cambia de club y asume el banquillo del Alicante, con quien quedó cuarto clasificado en la 2ª Categoría del Campeonato Regional murciano.

Sindicalista y republicano

Finning, que pudo marcharse de España antes del recrudecimiento de la Guerra Civil, decidió quedarse en Alicante y colaborar activamente como sindicalista y en defensa del bando republicano. Por algunas cartas familiares se ha conocido que actuó como delegado de control para UGT y colaboró en aspectos de contabilidad. Más tarde, tras la llegada de las Brigadas Internacionales, se alistó en ellas aportando soporte administrativo.

En 1938 la familia Finning fue rescatada en la costa alicantina por la Royal Navy gracias a uno de sus buques insignia, el HMS Arethusa. Todos zarparon hacia Marsella, atravesaron Francia en tren hasta la normanda Dieppe para cruzar el Atlántico hasta las islas británicas.

Durante los primeros años se instalaron en la localidad inglesa de Weston-super-Mare. Nada más llegar, Finning comenzó a trabajar en la British Aeroplane Company, quizá debido a los conocimientos de aviación que adquirió durante la guerra. Después vivió en Bristol. En 1949 se instaló en Londres tras encontrar un nuevo trabajo como supervisor en una cadena de montaje.

Su hijo Gonzalo -alicantino de nacimiento- tuvo un breve paso por el fútbol formativo del Arsenal.